Vecinos de la dana: su voz ignorada en la reconstrucción

Las autoridades desoyen a quienes conocen mejor el terreno

Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción (CLER) se formaron tras la devastadora dana de 2024, cuando los servicios públicos estaban desbordados y la ayuda oficial brillaba por su ausencia. En un contexto donde más del 30% de los niños afectados aún teme a la lluvia, los CLER exigen ser escuchados en la planificación de la reconstrucción.

LA REALIDAD IGNORADA

Grupos comunitarios se organizan para enfrentar la falta de respuestas del Gobierno. «Las autoridades actúan con una mentalidad del siglo XX, ignorando la emergencia climática«, denuncia Josep Codonyer del CLER de Massanassa. La inacción institucional se traduce en un goteo constante de propuestas ignoradas, lo que solo alimenta el sentimiento de desafección política entre la ciudadanía.

Con un fondo gubernamental de 150 millones de euros disponible, la burocracia sigue siendo el principal obstáculo. «La gestión es deficiente, seguimos sin contar con un plan de emergencia, mientras que los ayuntamientos lucen ineficaces y el trabajo se acumula sin solución», explica Raül Camacho del CLER de Catarroja.

EL LLAMADO A LA ACCIÓN

Las comunidades han implantado protocolos de seguridad y comunicadores como walkie talkies para enfrentar futuras emergencias, dado que las comunicaciones móviles fallaron en el momento crítico. Además, los CLER proponen revisar el PATRICOVA, el plan territorial de prevención de inundaciones, señalando que, sorprendentemente, el 40% de los edificios afectados no figuraba en zonas de riesgo.

«No queremos que la reconstrucción sea hecha con los mismos parámetros obsoletos. Necesitamos un modelo que priorice la renaturalización de nuestras áreas, no más hormigón», concluye Rut Moyano, abogando por una reconstrucción que tome en cuenta las necesidades de la gente de a pie y no solo las decisiones de los políticos.