El peleador de la UFC Bryce Mitchell ha protagonizado una respuesta muy polémica en redes sociales tras el comunicado que emitió Ilia Topuria, campeón de peso ligero, sobre los problemas personales que enfrenta y que le han llevado a tomar un descanso de la competición.
Topuria explicó en un mensaje reciente que ha sufrido “situaciones y presiones intolerables” en los últimos meses, incluyendo amenazas y un intento de extorsión relacionados con acusaciones falsas de malos tratos que él niega rotundamente. En su comunicado, el hispano-georgiano aseguró que está tomando un tiempo fuera de la jaula para proteger a su familia, defender su reputación y atender su vida personal antes de regresar al octágono.
La reacción de un exrival
En medio de este contexto delicado, Bryce Mitchell —antiguo rival de Topuria, contra quien perdió en diciembre de 2022— publicó en sus redes sociales un vídeo en el que atacó con dureza al actual campeón. En ese contenido, Mitchell llegó a calificar a Topuria con términos muy fuertes y a referirse a supuestos comportamientos personales, acusaciones que han generado sorpresa y rechazo en parte de la comunidad de las artes marciales mixtas.
La respuesta de Mitchell, que incluyó un lenguaje ofensivo e insinuaciones sobre la vida privada de Topuria, se produjo tras la difusión del comunicado del campeón y se ha difundido ampliamente entre aficionados y cuentas especializadas en UFC en redes sociales.
Un momento difícil para ‘El Matador’
La ausencia de Topuria del octágono ha alterado el panorama de la división de peso ligero de la UFC. Tras su comunicado, la promoción anunció que Justin Gaethje y Paddy Pimblett se enfrentarán por un título interino en UFC 324, programado para enero de 2026, en espera de saber cuándo regresará el campeón hispano-georgiano.
Además de los comentarios críticos de Mitchell, otras figuras del mundo del MMA han optado por mensajes de apoyo o prudencia hacia Topuria y su situación personal, destacando la complejidad del momento que atraviesa el doble campeón invicto.
Este episodio ha abierto un debate en redes sobre los límites de las críticas públicas entre peleadores y la importancia de respetar la vida privada de los atletas, especialmente cuando están atravesando momentos personales delicados fuera de la competición.
