Robinho revela su rutina en prisión y niega privilegios a pesar de su fama
El exfutbolista mantiene que es un preso más en la cárcel de Tremembé
Robinho, exjugador de Santos, Real Madrid, AC Milan y Manchester City, cumple una condena de nueve años en la prisión P2 de Tremembé, São Paulo, tras ser declarado culpable por violación en grupo ocurrida en 2013 en Italia. Desde marzo de 2024, está tras las rejas y recientemente difundió un vídeo en el que relata su día a día dentro del penal.
La realidad carcelaria sin privilegios
Contrario a los rumores sobre un trato especial, Robinho asegura que su dieta y horarios son iguales a los de cualquier preso y que la actividad física se limita a jugar fútbol los domingos. Además, confirma que las visitas familiares se realizan en los mismos días y condiciones que para otros reclusos. «Los guardias mandan y los presos obedecemos», afirmó con claridad, negando ser líder o tener problemas psicológicos.
Contexto legal y consecuencias
La justicia italiana emitió una condena definitiva y solicitó la extradición que fue rechazada por Brasil. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Brasil validó el fallo y ordenó su encarcelamiento, donde permanecerá hasta 2033. A sus 41 años, Robinho enfrenta el rigor de la ley sin atajos ni favoritismos, pese a su fama internacional.
Análisis desde una óptica crítica
Este caso refleja las complejidades de la aplicación de la justicia internacional y la resistencia de Brasil a entregar a sus nacionales pese a sentencias firmes. Más allá de debates sobre celebridades y privilegios, queda claro que la ley debe ser igual para todos, reforzando la impotancia de una justicia firme y sin concesiones, en un país que a menudo es cuestionado por su sistema penitenciario. Robinho no se escapa de las consecuencias y su relato desmitifica cualquier trato especial, planteando un debate serio sobre la igualdad y la responsabilidad legal en casos de alto perfil.
