Los precios de carburantes caen antes de Navidad
¿Por qué las bajadas no son suficientes?
En un contexto donde las vacaciones de Navidad se acercan, el precio de los carburantes sigue una tendencia a la baja que comenzó hace dos semanas. En España, el litro de diésel se ha situado en 1,421 euros, un 1,11% menos que la semana anterior, mientras que la gasolina 95 ronda los 1,47 euros, evidenciando un descenso del 0,54%.
Impacto en el bolsillo español
Llenar un depósito medio de diésel (55 litros) costará aproximadamente 78,15 euros, lo que representa un ligero aumento de 55 céntimos respecto al año pasado. Por su parte, el coste de llenar un depósito de gasolina es de unos 80,85 euros, lo que supone 2,42 euros menos que en el mismo período de 2022. Sin embargo, todos sabemos que estos son precios medios, y en función de la gasolinera, pueden variar.
Perspectivas y cotizaciones
A pesar de estos alivios temporales en los precios, es crucial observar que ambos continúan por debajo de los picos alcanzados a raíz de la invasión rusa de Ucrania. En marzo de 2022, el diésel alcanzó los 1,479 euros y la gasolina superó los 1,591 euros.
Un análisis más profundo
Además de la guerra en Ucrania, los precios de los carburantes dependen de factores como los impuestos, la logística y los márgenes de ganancia. Ante la reciente subida del petróleo Brent y el WTI, que aumentaron un 0,80% y un 0,93% respectivamente, es crucial cuestionar si estas bajadas en los precios realmente benefician al consumidor o son simplemente una cortina de humo frente a una crisis energética que aún persiste.
Ventajas de España frente a Europa
Por si fuera poco, los precios en España siguen siendo más competitivos que en el resto de Europa, donde la media de la Unión Europea se sitúa en 1,611 euros para gasolina y 1,549 euros para diésel, denunciando la eficaz gestión nacional en tiempos difíciles. A pesar de ello, ¿cuánto tiempo podrá durar esta situación antes de que la próxima crisis vuelva a golpear nuestros bolsillos?
