Una anciana joyera ha sufrido un violento asalto en su tienda de Xàbia. Los ladrones, disfrazados con pelucas y barbas postizas, entraron en la joyería, la tiraron al suelo, la inmovilizaron y vaciaron la caja fuerte, llevándose un botín cercano a los 500.000 €.
El asalto
El atraco ocurrió un miércoles por la tarde sobre las 18:30 horas. Según relata la víctima, la puerta de la joyería no había llegado a cerrarse bien. Un hombre disfrazado entró y, sin previo aviso, se abalanzó sobre la dueña, la empujó detrás del mostrador, la tiró al suelo, le puso la rodilla en el pecho, le tapó la boca y la garganta con las manos —que llevaba enguantadas— e inmovilizó sus ojos y movimientos. En pocos minutos los cómplices entraron, registraron la caja fuerte, cargaron alhajas en bolsas y salieron huyendo.
La joyera describe lo vivido como “horrible”: asegura que uno de los agresores “me puso la rodilla encima, me apretaba la garganta; no me quito de la cabeza la imagen de los tres pasando por encima de mí”. Afirma estar “destrozada, hecha pedazos… Me han robado toda mi vida”. Con lágrimas, relata que le han arrebatado las joyas, relojes, herencias familiares y los ahorros de su jubilación.
El botín y las pérdidas
Los ladrones se llevaron centenares de piezas: collares, anillos, pendientes, pulseras, relojes de oro y perlas, además de joyas de valor sentimental. La dueña estima que el valor del botín ronda el medio millón de euros.
Durante el atraco, las cámaras de seguridad grabaron la huida: los asaltantes salieron cargando con grandes bolsas llenas de joyas, y con apariencia cuidadosamente disfrazada —pelucas, barbas postizas y un ladrón tapando su rostro con un gorro hasta los ojos.
Consecuencias para la víctima
Tras el atraco, la víctima quedó tirada en el suelo, aturdida y sacudida. Salió a pedir socorro y rápidamente llegaron vecinos, la Guardia Civil, Policía Local y una ambulancia. Fue trasladada al hospital de Dénia. Seis días después, aunque físicamente se recupera lentamente, su trauma emocional persiste. “Estoy hecha polvo, no puedo dormir… Es una pesadilla”, confiesa.
Manoli Antolinos, de 77 años, abrió la joyería en 1982. A lo largo de más de cuatro décadas, su tienda había sobrevivido a numerosos robos —este es el número 59—, pero ninguno tan agresivo y devastador como este. Planeaba jubilarse vendiendo parte del stock, pero con este golpe ha visto cómo se esfuma el capital de su vida.
Reacción en el pueblo
El vecindario de Xàbia (zona del puerto) se ha volcado con ella. Recibe constantes mensajes de apoyo, visitas, llamadas, ayuda para reponer documentación, contadores, vidrios rotos y limpieza del local. La solidaridad vecinal es intensa y muchos se ofrecen a ayudarla de algún modo.
Investigación en curso
La Guardia Civil ya revisa las grabaciones de seguridad y ha recogido testimonios de vecinos y posibles testigos. Los investigadores creen que los disfraces —pelucas, barbas postizas, gorros — y los modales de los ladrones apuntan a un grupo organizado. También toman en cuenta que un día antes del atraco, dos jóvenes entraron en la joyería interesados en las piezas más valiosas: pidieron ver anillos caros bajo la excusa de un cambio de oro, pero solo compraron un reloj barato. Esa visita será clave para avanzar en la investigación.
La víctima, sin mucha confianza en recuperar las joyas, pide que detengan a los delincuentes y que recuperen al menos algo de lo robado.
“Me han robado no sólo unas joyas —asegura—, me han robado 40 años de trabajo, toda mi vida.”
