Un nuevo informe de la UCO apunta a que Santos Cerdán, dirigente socialista e imputado en la trama de corrupción conocida como caso Koldo, habría acudido personalmente al Ministerio de Transportes tras el nombramiento de Óscar Puente para colocar a “un par de personas de Justo, de Acciona”.
La información se desprende de los seguimientos e interceptaciones realizados por la Guardia Civil, que indican que la coordinación entre Cerdán y la constructora no se limitó a 2018, sino que se habría extendido en el tiempo, afectando incluso a la actual legislatura.
Coordinación de nombramientos
La UCO sostiene que Cerdán actuó como intermediario entre Acciona y la administración pública no solo para la colocación de cargos, sino también para facilitar el desvío de fondos de la constructora hacia Koldo García y el exministro José Luis Ábalos. Entre los casos documentados figuran peticiones directas de Koldo a Cerdán para que se mantuvieran ciertos puestos en el Ministerio tras la llegada de Puente, lo que se habría cumplido.
Los dos nombres señalados por Koldo fueron Ángel Contreras, quien fue confirmado como presidente de ADIF por Puente en diciembre de 2023, y Camino Arce, quien pasó de ser subdirectora general a ocupar un puesto de dirección en una empresa pública vinculada al Ministerio de Transportes.
Una estructura persistente
Las conversaciones recogidas por los investigadores muestran que la estructura de poder que sostenía la trama de adjudicaciones no se disolvió con la salida de Ábalos, sino que se adaptó a la llegada de Puente al frente del Ministerio. Cerdán, muy cercano a Puente, habría garantizado la continuidad de la red, especialmente en lo que respecta a la influencia de Acciona en los procesos de adjudicación.
Uno de los mensajes intervenidos refleja claramente esta intención: “Yo quiero que Camino o Ángel Contreras me ayuden… y no me pueden ayudar. Porque ahora mismo hasta que no se decida quién se queda y quién no se va…”, decía Koldo.
Ceses forzados y sombras persistentes
Contreras, uno de los designados a propuesta de Puente, fue cesado en septiembre de 2024, presuntamente para “impulsar la gestión” de ADIF, aunque fuentes políticas coinciden en que el cese fue un intento del ministro por crear un cortafuegos ante la presión del caso Koldo.
Pese a los cambios, el daño estaba hecho: los nombramientos coinciden con los pedidos de Koldo y demuestran, según la UCO, que la influencia de Cerdán seguía muy viva incluso tras los escándalos públicos.
Conclusión
Este nuevo capítulo apunta directamente al actual ministro de Transportes y reaviva las sospechas sobre el grado de implicación de altos cargos en la red de corrupción. La investigación sigue su curso, pero todo indica que la trama no fue un caso aislado, sino una estructura prolongada con nombres que se repetían, influencia transversal y capacidad de decisión dentro del propio Gobierno.
El caso Koldo sigue dejando un reguero de cargos, adjudicaciones y maniobras políticas que salpican cada vez más alto.
