El presidente Donald Trump recibió al príncipe heredero Mohamed bin Salman con todos los honores, organizando una cena de Estado donde se sentaron juntos ejecutivos, magnates y celebridades. Mientras tanto, se ignoraron crímenes como el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi, y se tejieron acuerdos millonarios que benefician a la oligarquía global.
Una recepción entre sangre, poder y dinero
Donald Trump y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, se reunieron el pasado lunes en la Casa Blanca, marcando el regreso del líder saudí a la escena internacional tras años de aislamiento diplomático por su implicación directa en el asesinato de Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post.
Trump no solo lo recibió con sonrisas, sino que también organizó una cena de gala en su honor con invitados de alto perfil. Mientras los reporteros cuestionaban al presidente sobre Khashoggi y los vínculos del régimen saudí con el 11-S, Trump respondió con desdén: «A veces pasan cosas», una frase que encapsula su desprecio por la ética y su defensa abierta de los intereses más oscuros del poder.
¿Quiénes asistieron a esta cena de la vergüenza?
La lista de asistentes a la cena de Estado parece más bien una reunión del club mundial del dinero y la impunidad. Estuvieron presentes:
- Cristiano Ronaldo, icono deportivo, invitado por su estrecha relación con Arabia Saudí.
- Elon Musk, el hombre más rico del mundo, reconciliado con Trump tras meses de tensión.
- Tim Cook (CEO de Apple), Stephen Schwarzman (Blackstone), Larry Fink (BlackRock), Jane Fraser (Citigroup), Mary Barra (General Motors), William Clay Ford Jr. (Ford), Jensen Huang (Nvidia).
- Ejecutivos de gigantes como Chevron, Qualcomm, Boeing, Cisco, IBM, Honeywell, Lockheed Martin y Pfizer.
- Donald Trump Jr., hijo del presidente, justo después de firmar nuevos proyectos inmobiliarios en Yidda y Riad bajo la marca Trump.
Todos ellos compartieron mesa con un régimen que, solo en el último año, ejecutó a 345 personas, y que lidera una guerra en Yemen que ha causado cientos de miles de muertos.
¿Qué busca Trump con Arabia Saudí?
Trump busca con esta alianza cuatro objetivos clave:
- Inversión extranjera masiva: presumió de que Arabia Saudí invertirá hasta 1 billón de dólares en EE.UU., aunque las cifras son dudosas.
- Reactivación de su narrativa económica: promete que ese dinero «creará empleos», aunque las cifras reales muestran que sus políticas han destruido empleo industrial y disparado los precios.
- Fortalecer el complejo militar-industrial: Arabia Saudí comprará armamento avanzado estadounidense, incluidas aeronaves de combate, consolidando la economía de guerra.
- Beneficios personales: empresas de la Organización Trump y de su entorno, como Jared Kushner, han recibido miles de millones en inversiones saudíes.
El “paria” vuelve por la puerta grande
En 2020, Joe Biden prometía convertir a Bin Salman en un «paria» internacional. Hoy, tanto demócratas como republicanos abren los brazos a Riad. El heredero saudí, implicado directamente en el descuartizamiento de Khashoggi, ha pasado a ser un “líder visionario” para la clase política estadounidense.
La visita ocurre además en un momento en el que el Congreso presiona para desclasificar los archivos sobre Jeffrey Epstein, viejo amigo de Trump, en medio de una creciente ola de protestas y descontento social.
Reflexión final
Desde Zero Censura denunciamos esta escena como lo que es: una farsa diplomática que encubre una estructura de poder cada vez más descarada. Se normaliza la brutalidad, se abraza a asesinos por conveniencia geopolítica y se sacrifica la dignidad democrática en nombre del negocio.
¿Estamos ante una alianza estratégica o ante una rendición moral de Occidente ante el dinero saudí?
