Piqué se arremanga para salvar al Andorra tras la destitución de Ibai Gómez

El propietario del club no se esconde y se involucra directamente en el día a día

En un momento delicado para el Club Andorra, después de la destitución inesperada de Ibai Gómez y aún sin un entrenador definitivo, Gerard Piqué, el máximo accionista, ha decidido tomar cartas en el asunto. Alejándose del rol habitual de gestión, Piqué se ha puesto las botas y ha participado activamente en las sesiones de entrenamiento esta semana en el Estadi Comunal.

El club reafirma la idea de que "en momentos complicados aquí se arremanga todo el mundo", y el jugador retirado ha demostrado una implicación absoluta, dirigiendo ejercicios y apoyando tanto a técnicos como a jugadores. Esta injerencia plantea preguntas sobre el rumbo profesional y la gestión interna, especialmente en un club con aspiraciones serias.

Antecedentes y polémica de una gestión poco ortodoxa

Esta no es la primera vez que Piqué interviene directamente en el cuerpo técnico; ya mostró esta actitud dos temporadas atrás, durante otro momento crítico sin un entrenador claro. Además, en la temporada pasada, él fue una figura clave en el ascenso a Segunda División tras brindar apoyo desde la grada y consejos en los partidos.

Para el partido próximo contra el Sporting de Gijón, Piqué podría incluso estar presente en el estadio, aunque no en el banquillo, lo que sugiere una presencia constante e influyente en el equipo. La autoproclamada cercanía y control de Piqué contrastan con las estructuras convencionales del fútbol profesional, y ponen en debate la profesionalización que tanto se necesita.

Un estilo de liderazgo que genera controversia

Desde una visión crítica y conservadora, estas acciones pueden interpretarse como un signo de una dirección que pierde el rumbo y se excede en su protagonismo personal. La gestión amateur en un contexto profesional pone en riesgo la transparencia, la meritocracia y la estabilidad deportiva.

Gerard Piqué representa, en esta historia, una figura que encarna los viejos vicios del oligopolio mediático y empresarial en el deporte, donde la presencia mediática se antepone al rigor técnico. Así, el club Andorra se convierte en un laboratorio de experimentación en la gestión del fútbol, que inevitablemente atraerá críticas y debates en la opinión pública española y europea.