
Pacientes atrapados en listas de espera: la cruda realidad del SNS
La sanidad pública española, en crisis absoluta
Las cifras sobre las listas de espera en España son alarmantes. A finales del primer semestre de 2025, 832.728 pacientes aguardaban por una intervención quirúrgica. Aunque hay un ligero descenso del 1,64% desde diciembre de 2024, el tiempo medio de espera se sitúa en 118,6 días. El 19,6% de estos pacientes ha superado ya los seis meses en espera, lo que refleja una situación insostenible y profundamente preocupante.
Impacto en la salud y bienestar de los ciudadanos
Las demoras prolongadas no solo afectan la salud física, sino que generan un impacto emocional devastador en los pacientes y sus familias. Según Carmen Flores, presidenta de El Defensor del Paciente, «se está jugando con la salud» y hace un llamado urgente a tomar medidas serias. El testimonio de un paciente que ha esperado cinco meses para realizarse una prueba da cuenta del estado de desesperación al que se ven sometidos muchos españoles.
Factores que agravan la crisis sanitaria
La raíz de este problema es multifacética. La falta de profesionales y recursos suficientemente dimensionados en la sanidad pública es crítica. El envejecimiento de la población y el aumento de pacientes con patologías crónicas son otras de las contribuciones a esta crisis. Miguel Lázaro, presidente de la CESM, denuncia que el deterioro de la sanidad pública es evidente y que la falta de financiación adecuada está resquebrajando el sistema.
Un sistema en cuidados paliativos
La sanidad pública española ha llegado a estar en «cuidados paliativos» en opinión de muchos expertos. La crítica se centra en cómo el sistema ha sido manejado y si realmente se está priorizando el bienestar del paciente o los intereses políticos. La administración actual se enfrenta no solo a las diferencias de gestión entre comunidades autónomas, sino también a una legislativa que parece ineficaz para promover cambios significativos.
Un futuro incierto
Como consecuencia, muchos españoles optan por la sanidad privada en lugar de esperar por su turno en la pública, lo que plantea nuevas preguntas sobre la equidad del sistema. La sanidad debe ser un tema que trasciende las fronteras políticas, y mientras tanto, los ciudadanos se encuentran atrapados en esta zozobra continua de incertidumbre y sufrimiento.



