Leiva y su accidente: cómo le preparó para la fama

Una historia que trasciende el dolor y abraza la cultura popular

El músico madrileño Leiva ha presentado su documental «Hasta que me quede sin voz», donde busca retratar la verdad de su vida y carrera. En una reciente aparición en El Hormiguero, el artista compartió el episodio brutal de su infancia, cuando a los 12 años perdió un ojo tras un accidente con una pistola. A pesar de la gravedad del suceso, Leiva enfatiza que este evento fue clave en su vida y una forma de «entrenamiento» para las miradas que vendrían con su fama.

Una lección de vida frente al sufrimiento

Leiva recuerda que, tras el accidente, se convirtió en el centro de atención de su barrio: «Ese es el chaval al que le dispararon» se convirtió en la frase que lo definió por años. Con una actitud estoica, el artista revela que aunque la noticia corrió como la pólvora, lo vivió como una experiencia enriquecedora. Años más tarde, en su ascenso como figura emblemática de la música española, reflexionó sobre cómo su historia lo preparó para ser observado y juzgado, comentando que «me sirvió de entrenamiento».

Pese a la dureza de su experiencia, enfatiza que nunca ha sentido trauma, gracias en parte al apoyo emocional de sus padres, quienes acudieron a un psicólogo preocupados por su bienestar. «El trauma lo tenéis vosotros. El chaval está perfectamente,» les dijo el especialista. Esta respuesta ilustra cómo, incluso en las experiencias más duras, hay espacio para la superación personal.

Además, recuerda una frase del celador que lo acompañó al quirófano, un recordatorio que jamás olvidará: «Eres la persona con más suerte que conozco, porque de todos los órganos, el ojo es el único que no afecta tu vida de la misma manera». Estas palabras le brindaron esperanza en un momento crítico y ahora, con un tono reflexivo y agradecido, reconoce su impacto en su vida.