La Administración Trump ha cerrado un acuerdo histórico para entrar en el capital de Intel con un 9,9 % de participación, valorada en 11.000 millones de dólares. La operación refuerza el compromiso de Washington con la industria nacional de semiconductores.
Una inversión estratégica en la industria tecnológica
El Gobierno de Estados Unidos invertirá 8.900 millones de dólares en Intel, adquiriendo 433,3 millones de acciones a un precio de 20,47 dólares por título, lo que equivale a casi el 10 % de la compañía.
El acuerdo se suma a los 2.200 millones de dólares en subvenciones del programa CHIPS recibidos anteriormente por Intel, elevando la inversión total a 11.100 millones.
Según los términos del acuerdo, la participación será pasiva: el Gobierno no tendrá representación en el consejo de administración, pero sí se beneficiará de los resultados a largo plazo de la compañía.
Trump y el CEO de Intel cierran el pacto
El presidente Donald Trump anunció el acuerdo en la Casa Blanca junto al consejero delegado de Intel, Lip-Bu Tan. Tras semanas de negociaciones, Trump defendió la entrada de EE. UU. en el capital de la compañía como un movimiento estratégico para fortalecer el liderazgo tecnológico estadounidense.
La noticia provocó una subida cercana al 6 % en las acciones de Intel durante la jornada del viernes, aunque posteriormente el valor retrocedió en operaciones fuera de mercado.
Contexto: la carrera por los semiconductores
Intel atraviesa un proceso de transformación mientras rivales como TSMC y Nvidia dominan la industria global. Con este acuerdo, la empresa refuerza su posición como uno de los pocos fabricantes que diseña y produce chips avanzados en suelo estadounidense.
El Gobierno destacó que los semiconductores son un sector clave para la inteligencia artificial, la telefonía móvil y la defensa, además de ser esenciales para la seguridad nacional en la cadena de suministro tecnológica.
Apoyo creciente del Gobierno a la industria
La operación refleja la estrategia de la Casa Blanca de apoyar directamente a empresas estratégicas. Estados Unidos ya posee una participación especial en United States Steel Corp y recientemente el Pentágono adquirió una posición en MP Materials Corp, productor de tierras raras.
Lip-Bu Tan, CEO de Intel, subrayó que la compañía está comprometida con que “las tecnologías más avanzadas del mundo sean de fabricación estadounidense”.
