Un informe revela lo que ya todos sospechaban: el sistema de defensa en España es un caos estructural disfrazado de política de escaparate.
España presume en Europa, pero la realidad de su Defensa es desoladora. Un demoledor informe de la Fundación Alternativas lo deja claro: falta personal, sobra descoordinación y el gasto militar sigue siendo insuficiente frente a las exigencias de la OTAN.
Menos soldados que en 2007
Con apenas 116.410 militares activos, España tiene su nivel más bajo de tropas desde hace casi dos décadas. El propio Gobierno reconoce un déficit que podría llegar a los 24.590 efectivos, y aunque Sánchez promete reforzar las filas, los números siguen sin cuadrar. Habla de 14.000 nuevos soldados, pero no hay ni plan aprobado ni recursos definidos.
Presupuesto militar: crónica de una miseria anunciada
El estudio afirma que España nunca ha invertido lo suficiente en Defensa. Y aunque el Gobierno insiste en que llegará al 2,1% del PIB, desde la propia OTAN lo dudan. Mark Rutte, su secretario general, cree que será necesario alcanzar el 3,5%. ¿Traducción? Un gasto que debería ascender hasta los 65.000 millones de euros en 2029… pero ni en sueños.
Industria militar: más importaciones que exportaciones
Por primera vez en años, España importó más armamento del que exportó en 2023, según datos del SIPRI. La excesiva dependencia del sector aeronáutico, las relaciones geoestratégicas debilitadas y la descoordinación entre fábricas están asfixiando a una industria que ya no compite ni con Turquía.
¿Cazas turcos antes que F-35?
Sí, así de caótica está la planificación. En lugar de cerrar acuerdos con aliados de peso como EE. UU., la Armada se plantea reemplazar los Harrier con cazas turcos, lo que demuestra la falta de estrategia y previsión en las altas esferas de Defensa.
Un sistema que hace agua
Entre cifras maquilladas, promesas vacías y un sector militar que pierde competitividad, España se queda cada vez más atrás en un mundo donde la disuasión militar vuelve a ser clave.
¿Estamos preparados para defendernos o estamos jugando a la guerra con piezas sueltas?
Lo cierto es que si mañana estalla un conflicto, España llegará tarde, mal… y sin soldados.
