
Ammar, el pequeño campeón palestino asesinado: ¿justicia o impunidad?
La trágica muerte de un niño que solo soñaba con el deporte
En Kafr Malik, una localidad de Cisjordania al noreste de Ramala, el rostro de Ammar Hamayel, un niño de solo 13 años, predomina en carteles que cubren las paredes de su vecindario. Su esperanzador futuro como campeón de Muay Thai terminó el 23 de junio, cuando fue asesinado por un francotirador israelí mientras jugaba con un amigo. La brutalidad del hecho es escalofriante: Ammar estuvo dos horas desangrándose sin recibir asistencia médica antes de morir.
La madre clama por justicia mientras la violencia se intensifica
Su madre, Fida Hamayel, permanece en el luto, recibiendo a los visitantes con el dolor fresco de haber perdido a su hijo. «Desde ese día, el mundo se ha paralizado para mí«. El desafío a la autoridad es abrumador: mientras los soldados afirmaban que Ammar estaba «herido levemente», su familia no podía acercarse a él, enfrentándose a la amenaza de más violencia. 124 niños palestinos han perdido la vida en circunstancias similares en los últimos dos años, una cifra alarmante que refleja la gravedad de la situación bajo ocupación.
Un futuro truncado por la violencia sistemática
La federación de Muay Thai condenó su muerte, y muchos cuestionan los mecanismos de justicia que se despliegan en la región. «No esperamos nada«, dice la madre, quien considera que la vida de los palestinos está marcada por la falta de oportunidades y la represión. La historia de Ammar, un niño que tenía un brillante futuro deportivo, se suma a la larga lista de víctimas, poniendo de relieve la urgente necesidad de un debate sobre la violencia en Cisjordania y la respuesta desproporcionada a la resistencia palestina.