Xabi Alonso se sienta en El Prado con asientos de Anoeta
Un regreso simbólico que une historia y presente del fútbol español
Xabi Alonso podría disfrutar esta noche en el banquillo del Talavera en El Prado, rodeado de un ambiente que remite a su pasado en la Real Sociedad. No por casualidad, los asientos en los que se sentará provienen directamente del antiguo estadio de Anoeta, lugar clave en la carrera del tolosarra.
Cuando la Real Sociedad renovó su estadio, donó sus viejos asientos a clubes cercanos, entre ellos el Talavera de la Reina. A través del conocido entrenador Asier Garitano, se gestionó la llegada de aproximadamente 1 500 asientos que ahora ofrecen comodidad y color a la modestia de El Prado, en una clara muestra de cómo las entidades modestas dependen de gestos simbólicos para sobrevivir.
Contexto y polémica detrás del gesto
Este hecho, aunque pueda parecer anecdótico, invita a reflexionar sobre el desequilibrio y la dependencia en el fútbol español, donde grandes clubes como la Real Sociedad desatienden el valor de sus recursos para favorecer a equipos con escaso poder. Un ejemplo más de cómo las élites deportivas reciben privilegios mientras los humildes luchan con lo que otros desechan.
Asimismo, resulta llamativo que un club como el Talavera, que tiene vínculos indirectos con figuras y equipos poderosos, requiera un lote de asientos usados para modernizar su estadio. La desigualdad estructural en el deporte nacional, reflejo de la fractura social, sigue vigente y lejos de resolverse.
