El expresidente estadounidense Donald Trump lanza una dura advertencia a Vladímir Putin si no hay alto el fuego en Ucrania: una guerra económica sin precedentes. El mensaje llega tras su reunión fallida en Alaska y pone en jaque el equilibrio global.
Estados Unidos pone condiciones a Moscú: o cesa la guerra en Ucrania o enfrentará un bloqueo económico devastador
Desde la Casa Blanca, Donald Trump ha sido claro: si Putin no acepta negociar un alto el fuego en Ucrania, habrá consecuencias económicas “muy graves”. Aunque descartó una guerra convencional, dejó entrever un choque comercial a gran escala: “No será una guerra mundial, pero sí una guerra económica, y será perjudicial para Rusia”.
Estas declaraciones llegan tras la cumbre histórica entre Trump y Putin del 15 de agosto en Alaska, que no logró avances concretos para la paz. A pesar de su promesa de resolver el conflicto en su primer día de mandato, Trump ahora presiona públicamente al Kremlin.
Putin y Zelenski, bajo presión: Trump mueve ficha
Trump no se ha limitado a señalar a Rusia. También ha advertido que Volodímir Zelenski «no es inocente», aunque ha matizado que actualmente mantiene con él una “buena relación”. No obstante, el foco de su presión está sobre Putin, con quien, según afirmó, tiene “una relación personal sólida”, algo que podría jugar a favor de un acuerdo.
Sin embargo, sus palabras dejan poco margen a la interpretación: si no hay negociación directa, Trump activará sanciones económicas demoledoras.
El comercio aún no está roto del todo: 3 000 millones en importaciones desde Rusia
Pese a las sanciones impuestas por EE.UU. y Europa desde el inicio del conflicto en 2022, el comercio con Rusia aún no se ha detenido del todo. Solo en el último año, Estados Unidos importó productos rusos por valor de 3 000 millones de dólares, según la Oficina de Análisis Económico y el Censo estadounidense.
Aun así, las relaciones comerciales han caído un 90 % respecto a los niveles previos a la guerra. Trump parece decidido a cerrar por completo esa puerta si Putin no cede.
Trump se erige como negociador global… pero también amenaza con puño de hierro
Con esta maniobra, Trump reafirma su papel como líder fuerte capaz de sentar en la mesa a dos enemigos históricos, pero también como estratega económico que no teme usar las finanzas como arma.
A diferencia de la tibieza mostrada por la administración Biden o la Unión Europea, Trump deja claro que no está dispuesto a seguir tolerando un conflicto que desangra a Europa y amenaza al equilibrio global.
¿Estamos ante un viraje radical en la diplomacia occidental o frente al primer aviso de una nueva guerra comercial global con epicentro en Rusia?
