
Al menos 20 muertos tras fuerte terremoto en Afganistán
Desastre exponencial en un país vulnerable
Un terremoto de magnitud 6.3 ha devastado este lunes las cercanías de Mazar-e Sharif, en el norte de Afganistán, dejando al menos 20 muertos y 320 heridos. Más de 523.000 habitantes han sentido el impacto de este sismo que, nuevamente, pone de relieve la extrema vulnerabilidad de un país que parece estar a merced de la naturaleza y que no ha logrado construir infraestructuras resistentes.
Los responsables de la tragedia
El Ministério de Defensa de los talibanes ha señalado que las provincias más afectadas son Balkh y Samangan, donde se han registrado la mayoría de las víctimas mortales. Además, se ha informado que el terremoto se ha sentido con fuerza en Kabul y otras provincias del norte y noreste como Kunduz y Bamiyan.
Búsqueda de supervivientes en medio del caos
El portavoz del Ministerio de Salud, Sharfat Zaman, ha indicado que los equipos de rescate están trabajando urgentemente para encontrar sobrevivientes, aunque es probable que el número de muertos y heridos aumente. Imágenes aterradoras muestran a personas atrapadas bajo escombros y edificios colapsados, mientras la comunidad internacional observa con preocupación la falta de respuesta efectiva ante este desastre natural.
Un país atrapado entre placas tectónicas
Afganistán se localiza sobre una zona de colisión de las placas tectónicas india y euroasiática, lo que amplifica los riesgos de estos eventos. Con infraestructuras débiles y la predominancia de construcciones de adobe en zonas rurales, es alarmante la alta letalidad de los terremotos. Las cifras son sobrecogedoras; en agosto, más de 2.200 personas fallecieron tras un seísmo similar en el sureste del país. La combinación de inestabilidad política y desastres naturales pone en el centro del debate la gestión y preparación del actual régimen talibán frente a la naturaleza deleznable de su gobierno, que deja a la población en un estado de desolación perpetua.



