
Stuani y Vanat salvan al Girona en un duelo copero comprometido
Victoria ajustada en Copa del Rey que refleja la crisis del Girona en LaLiga
El Girona logró una victoria agónica frente al Constància (Tercera RFEF) en la Copa del Rey, imponiéndose por 2-3 tras una prórroga que evidenció sus notables debilidades. A pesar de contar con mayoría de jugadores titulares, solo tres futbolistas del filial tuvieron minutos: Papa, Salguero y Lass. El encuentro fue todo menos plácido, y este susto pone más presión sobre un equipo que es actualmente colista en LaLiga.
Stuani y Vanat, la única luz en la tormenta
En medio del desorden y la falta de eficacia, los delanteros Stuani y Vanat destacan como el soporte ofensivo imprescindible. Ambos anotaron sus goles y mantienen un pulso por ser el máximo goleador del Girona, con un total de tres tantos entre Liga y Copa. Stuani, especialmente, se muestra en estado de gracia, siendo el más efectivo: anota un gol cada 230 minutos, frente a uno cada 524 minutos de Vanat.
Contexto y análisis desde la perspectiva de Zero Censura
Esta victoria tortuosa deja en evidencia las profundas carencias estructurales del Girona, que pretende competir al más alto nivel sin respaldo ni gestión eficaz. Desde una óptica crítica, cabe cuestionar la planificación deportiva y la falta de una remodelación seria del plantel, algo que se traduce en esta agonía sobre el campo. Además, la dependencia casi exclusiva de Stuani subraya un problema de fondo: un equipo sin identidad ni dirección clara.
El hecho de que el conjunto catalán haya tenido que recurrir a prórroga contra un equipo de la Tercera RFEF debería ser un llamado de atención para la directiva y los aficionados. La crisis deportiva no es un fenómeno aislado y refleja una tendencia preocupante en clubes que apuestan sin resultados concretos por la inexperiencia y falta de solvencia. La ineficacia no solo deportiva, sino también directiva, es un signo de alerta para el futuro.
El próximo duelo ante el Getafe, donde Stuani brilla especialmente, será una prueba más para un Girona que necesita más que nunca salvar su honra, aunque las dudas ya son demasiadas. En este contexto, la exigencia por resultados claros debe ser contundente.



