Pedro Sánchez respalda públicamente al Fiscal General del Estado, procesado por revelación de secretos en el caso Ayuso, y niega que vaya a haber una crisis de Gobierno. El Supremo ya ha desestimado todos sus recursos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el tradicional despacho veraniego con el Rey en Mallorca para lanzar un mensaje inequívoco: defiende a Álvaro García Ortiz pese a su procesamiento judicial. “Creemos en su inocencia. Cuenta con el aval del Gobierno de España”, ha declarado, blindando así a uno de los hombres más cuestionados del Ejecutivo.
La declaración se produce pocas horas después de que el Tribunal Supremo desestimara el último recurso del Fiscal General, que será juzgado por revelar datos confidenciales sobre la pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
García Ortiz, camino del banquillo por filtrar información sobre Ayuso
La Sala de Apelaciones del Supremo ha tumbado la última maniobra de García Ortiz para eludir el juicio, ratificando su procesamiento por un presunto delito de revelación de secretos, delito grave que puede implicar pena de inhabilitación.
La filtración, supuestamente realizada con intencionalidad política, habría servido para dañar la imagen de Díaz Ayuso, en pleno enfrentamiento con el Gobierno. El caso ha sido calificado por juristas como un uso partidista de la Fiscalía General, controlada por el Ejecutivo desde la era Dolores Delgado.
Sánchez se niega a mover ficha: “No habrá crisis de Gobierno”
En su comparecencia ante los medios —limitada a solo dos preguntas—, Sánchez ha negado cualquier posibilidad de crisis política o remodelación del Ejecutivo para septiembre. “No va a haber crisis de Gobierno. El Ejecutivo está haciendo un trabajo extraordinario”, ha dicho, mientras los casos Cerdán y García Ortiz socavan la credibilidad institucional del Gobierno.
Tensión con las comunidades del PP por los MENAS y la inmigración ilegal
Sánchez también ha aprovechado su presencia en Palma para enfrentarse con los gobiernos autonómicos del PP, especialmente Baleares, a cuenta de la llegada de inmigrantes irregulares y MENAS. La presidenta balear, Marga Prohens, ha alertado de que “las islas ya no pueden acoger a más inmigrantes”, pero Sánchez le ha exigido que “cumpla la ley”.
Mientras tanto, varias comunidades del PP han abandonado la Conferencia Sectorial de Infancia, rechazando el reparto unilateral del Gobierno.
Sánchez quiere intervenir el mercado de la vivienda
En otro de los momentos de su discurso, Sánchez ha apostado por intervenir el precio del alquiler, siguiendo el modelo de la “excepción ibérica” del gas. “Hay que actuar contra un mercado que no funciona”, ha declarado, criticando lo que ha llamado una “concepción neoliberal” del problema de la vivienda.
Sánchez ha elegido cerrar filas con sus cargos procesados y atacar a las comunidades del PP, en lugar de afrontar con responsabilidad la creciente crisis institucional y la pérdida de confianza de los ciudadanos. Su intervención en Mallorca no aclara los escándalos, los normaliza.
