El Kremlin lanza uno de sus mayores ataques combinados desde el inicio de la guerra. Kiev denuncia daños masivos en el sistema energético y ferroviario del país. El régimen de Putin usa misiles hipersónicos Kinzhal y drones suicidas mientras el OIEA confirma que las plantas nucleares ucranianas se vieron obligadas a reducir producción.
Rusia lanza más de 700 drones y misiles sobre Ucrania, causando apagones, paralización ferroviaria y reducción del suministro nuclear. El régimen de Putin, en pleno invierno, usa el frío como arma de guerra mientras Occidente sigue paralizado en sus decisiones.

Apagones masivos y centrales nucleares al mínimo
Durante la noche del 6 de diciembre, Rusia lanzó 653 drones y 51 misiles, muchos de ellos hipersónicos y de largo alcance, según el Ejército ucraniano. Las regiones más afectadas: Chernihiv, Zaporizhia, Lviv, Dnipropetrovsk y Odesa.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que las plantas nucleares ucranianas redujeron su producción por los bombardeos.
La situación es crítica:
- En Odesa, 9 500 personas están sin calefacción y 34 000 sin agua.
- Varias instalaciones portuarias fueron dañadas, recurriendo a generadores de emergencia.
- El Ministerio de Energía asegura que se realizan reparaciones urgentes, siempre que lo permitan las condiciones de seguridad.
Trenes paralizados: objetivos clave del Kremlin
Los ataques también impactaron el sistema ferroviario, esencial para el transporte de tropas y suministros. Un centro ferroviario en Fastiv, cerca de Kiev, fue alcanzado por drones y misiles, afectando depósitos y vagones. Varios trenes suburbanos han sido cancelados.
Ukrzaliznytsia, la compañía ferroviaria nacional, confirmó daños significativos, aunque no hubo víctimas mortales. Es un golpe directo a la movilidad interna y la logística ucraniana.
Moscú justifica el ataque: “Respuesta a agresiones ucranianas”
El Ministerio de Defensa ruso reconoció que fue un “ataque masivo” de represalia, utilizando misiles Kinzhal, drones y misiles de crucero. Según Moscú, los blancos eran:
- Empresas militar-industriales ucranianas.
- Infraestructura energética de apoyo militar.
- Instalaciones portuarias con uso militar.
La realidad, sin embargo, es que los blancos civiles han vuelto a ser los más golpeados, dejando sin luz ni calefacción a miles de personas.
Ucrania responde: “No se puede seguir posponiendo decisiones”
El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, ha sido tajante:
“Rusia ignora cualquier esfuerzo de paz y ataca infraestructuras civiles clave. No se puede seguir retrasando decisiones para reforzar a Ucrania ni para aumentar la presión sobre Moscú”.
Con el invierno intensificándose, Rusia busca doblegar a Ucrania usando el frío como arma, sabiendo que la pasividad occidental juega a su favor. El silencio internacional ante ataques a civiles ya no puede excusarse bajo el pretexto de la diplomacia.
¿Hasta cuándo se permitirá al régimen de Putin golpear impunemente infraestructuras civiles mientras se exige contención a las víctimas?



