
Guillermo y Kate: Prohibición de pasear perros enfada a vecinos
Controversia en Windsor por medidas de seguridad excesivas
El traslado del Príncipe Guillermo y Kate Middleton a su nueva mansión en Windsor ha generado un malestar significativo entre los vecinos. La decisión del Ministerio del Interior de establecer una zona de exclusión de 61 hectáreas con un perímetro de 3,7 kilómetros ha enfurecido a quienes solían pasear a sus perros en las inmediaciones, una práctica común desde hace décadas.
Descontento generalizado y cierre de accesos
El cierre de accesos al Gran Parque de Windsor y la prohibición impuesta apenas una semana antes de su ejecución, han causado gran descontento entre los abonados que pagaban 110 libras anuales por su uso. La instalación de nuevas vallas, protocolos de seguridad y cámaras de vigilancia ha cambiado radicalmente el entorno que los residentes conocían.
«Muchos de nosotros llevamos 20 años paseando aquí a nuestros perros, pagamos cada año para el mantenimiento del parque, pero ahora no podremos disfrutar de parte de él», lamentan los vecinos en declaraciones al diario The Sun.
¿Privacidad o abuso de poder?
La situación actual plantea una pregunta incómoda: ¿se está priorizando la seguridad de la realeza sobre los derechos de la comunidad local? Este tipo de decisiones no solo afectan el día a día de los ciudadanos, sino que también generan un ambiente de tensión entre las instituciones y los vecinos, un claro signo de cómo las políticas de seguridad pueden llevar al abuso de poder por parte de quienes viven en el lujo.



