El Ministerio de Agricultura, liderado por Luis Planas, ha activado un comité científico de emergencia tras confirmarse un brote de peste porcina africana (PPA) en Cataluña. El virus ha sido detectado en 13 jabalíes salvajes en el municipio de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), lo que eleva las alarmas por el riesgo de expansión en explotaciones ganaderas.
Brote confirmado: primeros casos en fauna silvestre y amenaza para la cabaña porcina
El brote fue detectado el pasado 28 de noviembre en animales silvestres. La peste porcina africana es altamente contagiosa y letal para los cerdos, aunque no representa un riesgo para los humanos. Sin embargo, su propagación puede devastar el sector porcino, clave en la economía agroalimentaria española.
Los casos confirmados en jabalíes han llevado al Gobierno a constituir un comité permanente, presidido por la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Ana Rodríguez Castaño, que trabajará con expertos veterinarios y ganaderos, además de representantes sectoriales.
¿Qué funciones tendrá el comité?
El grupo actuará como órgano consultivo y técnico mientras dure el brote. Sus principales funciones serán:
- Hacer seguimiento epidemiológico del virus.
- Asesorar sobre medidas de contención y erradicación.
- Evaluar riesgos para la industria ganadera y la exportación.
- Coordinar informes entre administraciones autonómicas, comunidades científicas y sector porcino.
Una vez finalizado el brote, el comité elaborará un informe final con conclusiones y recomendaciones para mejorar la respuesta institucional en futuros episodios sanitarios.
El sector porcino en riesgo: Cataluña, epicentro del brote
Cataluña concentra una gran parte de la producción porcina nacional. La detección de este brote en una de las zonas más sensibles del país pone en jaque al sector cárnico, ya afectado por normativas ambientales, presión fiscal y burocracia agraria.
Ganaderos y asociaciones profesionales exigen acciones rápidas, transparentes y efectivas, sin caer en parálisis institucional ni restricciones desproporcionadas que puedan agravar aún más la situación del campo español.
¿Peligra la economía agroalimentaria?
Aunque el virus no se transmite a humanos, su impacto económico es devastador: países como Alemania, Polonia o Italia han sufrido restricciones internacionales a la exportación tras brotes similares. España, como segundo productor de porcino en Europa, no puede permitirse una mala gestión.
Los ojos están ahora puestos en el Ministerio de Agricultura y en su capacidad de actuar con celeridad, transparencia y rigor científico, sin caer en improvisaciones ni propaganda vacía.



