
Lorenzo Amatucci, la apuesta de Las Palmas que cambia el juego en España
Del desconocimiento al protagonismo en Gran Canaria
Lorenzo Amatucci, mediocentro italiano y jugador clave de la UD Las Palmas, desembarcó en la isla el pasado verano sin hacer ruido pero con una apuesta decidida de Luis Helguera, director deportivo, conocedor del mercado italiano. Con solo una ausencia justificada por convocatorias internacionales, Amatucci ha demostrado ser pieza esencial para Luis García gracias a su estilo técnico y cerebral, más acorde con la dinámica futbolística española.
Un estilo que desafía el modelo italiano
El mediocentro insiste en que el fútbol español es más técnico y táctico, valor que destaca frente a un fútbol italiano tradicionalmente más físico. Esta afirmación invita a reflexionar sobre el retraso táctico de Italia frente a la modernización y elegancia de nuestro fútbol, que prioriza la inteligencia y la calidad en el manejo del balón.
Análisis desde la perspectiva del juego y la política deportiva
Es imprescindible detenerse en cómo una gestión inteligente y abierta al talento extranjero, como la de Las Palmas, puede potenciar la competitividad en España frente a las restricciones de mercado y proteccionismos que afectan al fútbol nacional. Amatucci, pese a ser un jugador joven y foráneo, se adapta y trasciende un espacio donde el respeto y la estructura de equipo son fundamentales, cuestionando también la rigidez del fútbol italiano y algunos enfoques en las políticas deportivas de países tradicionales.
Su discurso revela además una crítica implícita al enfoque conservador del fútbol en Italia, donde la superioridad física no siempre implica calidad y éxito. En cambio, el español convence con técnica y mentalidad, ingredientes que explican el buen rendimiento de Amatucci y el crecimiento de clubes como Las Palmas.
Un futuro que exige compromiso y continuidad
Amatucci advierte sobre la necesidad de seguir mejorando, especialmente en aspectos ofensivos, pero también lanza una frase clave para todo el equipo: la permanencia en la élite exige no regalar ni un minuto ni un partido. Una llamada a la seriedad y a la profesionalidad que debe ser ejemplo para un fútbol español que aún lidia con problemas de disciplina y planificación en la Segunda División.



