Miles de autónomos están en el punto de mira de la Agencia Tributaria por estar dados de alta en un epígrafe incorrecto del IAE, un fallo que puede conllevar sanciones y deudas fiscales. Asesores fiscales denuncian la rigidez del sistema y la falta de información clara por parte de Hacienda, que aprovecha cualquier error para recaudar más.
Consecuencias fiscales devastadoras por un error común
Darse de alta en el epígrafe incorrecto del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) no es una mera formalidad sin importancia. Este código determina si una actividad se considera profesional o empresarial, afectando de lleno al tratamiento del IVA, IRPF, retenciones y, por supuesto, a la posibilidad de sufrir sanciones económicas.
Según María Orea, asesora fiscal y CEO de Tuplanfiscal.com, este fallo es más común de lo que se cree y puede acarrear graves consecuencias para el trabajador por cuenta propia. «Aunque no siempre genera un problema inmediato, puede acabar perjudicando al autónomo de forma seria, especialmente si Hacienda decide intervenir», advierte.
Hacienda prioriza la realidad económica… cuando le conviene
La Agencia Tributaria afirma que lo que prima es la «realidad económica» de la actividad y no el epígrafe formal. Sin embargo, esa flexibilidad desaparece cuando el error beneficia al contribuyente. Entonces sí aparecen los requerimientos, sanciones y amenazas de inspección.
Ejemplo real: un profesor que imparte clases no regladas, dado de alta en el epígrafe 931 (enseñanza reglada, exenta de IVA), puede acabar pagando de menos y recibiendo un reclamo retroactivo con intereses y recargos. En el caso contrario, si declara de más, recuperar ese dinero se convierte en un calvario administrativo.
IRPF y retenciones: el otro frente abierto
Un epígrafe erróneo también puede afectar la emisión correcta de facturas y la aplicación de retenciones. Si un profesional no aplica la retención cuando debe, o lo hace sin necesidad, estará presentando declaraciones trimestrales incorrectas, algo que puede derivar en sanciones, recargos y auditorías.
Sociedades limitadas también en riesgo: doble castigo
El problema se agrava cuando la actividad se realiza mediante una sociedad limitada (SL). Si el epígrafe es incorrecto, las consecuencias afectan tanto a la empresa como a los socios trabajadores. Esto puede provocar una tributación errónea del 75% del beneficio, obligatoria por ley en actividades profesionales.
Además, podría aplicarse un convenio de Seguridad Social erróneo y calificar incorrectamente los ingresos como «rendimientos del trabajo» en lugar de «actividad económica».
Señales de alarma: cómo detectar el error
- La actividad real no se corresponde con el epígrafe actual.
- Se aplican exenciones de IVA sin base legal.
- Se ingresan cuotas indebidas que luego Hacienda no devuelve.
- Se omiten retenciones obligatorias en las facturas.
Regularizar la situación: urgente y delicado
El proceso de rectificación es sencillo en teoría: basta con presentar el Modelo 036 o 037. Pero la realidad es que Hacienda puede poner trabas si el error le supuso una pérdida de recaudación.
En ese caso, el contribuyente deberá rectificar declaraciones, asumir intereses de demora y, con suerte, evitar una sanción grave. Si se ha pagado de más, recuperar el dinero puede tardar meses y requerir pruebas adicionales.
Una trampa burocrática que sólo beneficia al Estado
Este sistema, opaco y plagado de trampas administrativas, castiga al autónomo que comete errores sin mala fe, mientras exime de responsabilidad a una Administración que ni informa ni asesora correctamente. ¿Es esto un sistema fiscal justo o un mecanismo de expolio encubierto?



