viernes, diciembre 12, 2025
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Glamour y tradición en la aristocracia sueca durante los Nobel

La ceremonia sueca de los Premios Nobel vuelve a destacar por el lujo y la tradición de la familia real, que despliega tiaras históricas y vestidos de alta costura en una gala marcada por la opulencia. La princesa Victoria sorprendió con un vestido heredado de la reina Silvia y la tiara Fringe, mientras Magdalena deslumbró con un diseño de Jenny Packham y una tiara ‘kokoshnik’. La reina Silvia completó el derroche de glamour con la célebre “tiara de las nueve puntas”. Un evento donde el esplendor aristocrático contrasta con los debates actuales sobre el papel y la relevancia de la monarquía.

Distinción y lujo en la ceremonia de los Nobel suecos

La familia real despliega tiaras y glamour

Una vez más, la familia real de Suecia ha tomado el control del escenario en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel, celebrada el 10 de diciembre en la emblemática Sala de Conciertos de Estocolmo. A diferencia de la sobria ceremonia en Noruega, donde también se premia el Nobel de la Paz, la gala sueca se distingue por su opulencia, donde las mujeres lucen vestidos largos y tiaras, mientras que los hombres se presentan en frac.

Un vistazo a los atuendos reales

En esta edición, la princesa Victoria ha sorprendido al público al llevar un vestido de Jacques Zehnder que perteneció a su madre, la reina Silvia, usado en los Nobel de 1994. Este espectacular vestido en color gris plateado fue complementado con la tiara Fringe (de Baden), adornada con 47 diamantes, una pieza que encarna no solo la historia, sino la continuidad de la tradición aristocrática.

Por su parte, la princesa Magdalena, acompañada de su esposo Chris O’Neill, impresionó con un vestido de la famosa diseñadora Jenny Packham en gris, además de lucir una tiara estilo ‘kokoshnik’, un regalo del rey Gustavo Adolfo a su prometida en 1905.

La reina Silvia tampoco se quedó atrás, eligiendo un vestido color mostaza de la firma Georg et Arend, junto a la icónica «tiara de las nueve puntas», una de las más valiosas de la colección real. Esta tiara, creada por orden del rey Óscar II, destaca por su diseño elaborado con diamantes brillantes y nueve puntas en forma de soles luminosos.

Reflexiones finales

El despliegue de la familia real sueca no solo es un espectáculo visual, sino también un recordatorio del privilegio y el elitismo que caracteriza a las monarquías en Europa. Mientras en otras partes del mundo se luchan por la igualdad, en Suecia, el glamour de sus royales parece perpetuar el estatus quo. La opulencia de la aristocracia sueca sigue levantando interrogantes sobre el papel de la realeza en los tiempos actuales y su relevancia en una época de crisis social y económica.

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