Desde el pasado 20 de octubre, Galicia cuenta únicamente con el helicóptero de Salvamento Marítimo con base en A Coruña para atender emergencias marítimas, después de que el helicóptero destinado a Santiago de Compostela quedara inoperativo por la falta de una grúa de rescate. Esta situación reduce a la mitad la capacidad de respuesta aérea ante situaciones críticas en una comunidad autónoma con una intensa actividad marítima y pesquera.
La aeronave afectada, que permanece en tierra, espera la llegada e instalación de una nueva grúa cuyo retraso se atribuye a problemas en la cadena de suministro. Así lo ha confirmado Salvamento Marítimo, organismo dependiente del Ministerio de Transportes, que asegura que el helicóptero de A Coruña continúa operativo para atender cualquier emergencia en el mar.
El Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA) ha denunciado que esta carencia responde a la gestión de Avincis Aviation España, empresa adjudicataria del servicio y propiedad del fondo de inversión británico Ancala Partners. Según el sindicato, esta situación deja «cojo el servicio de rescate aéreo en el mar a los barcos gallegos» y supone una grave merma de operatividad.
Avincis gestiona un total de 14 helicópteros para Salvamento Marítimo en once bases repartidas por todo el país. También gestiona, en Galicia, los helicópteros del servicio de Gardacostas, el Pesca 1 (con base en Vigo) y el Pesca 2 (en Viveiro), que siguen activos.
La ausencia del helicóptero de Santiago ha generado preocupación tanto entre profesionales del mar como entre los trabajadores del sector aéreo. El SLTA destaca que, aunque la Ley 2/2023 de Protección del Informante ya contempla la prohibición de represalias laborales, la reforma propuesta busca declarar nulos los despidos motivados por denuncias internas, lo cual afectaría directamente la operatividad del sistema si no se garantizan los recursos y el personal necesario.
El helicóptero inoperativo está actualmente en A Coruña, sin capacidad para actuar por carecer de las dos grúas necesarias para ejecutar rescates. El sindicato también acusa a la empresa de haber intentado sustituir el aparato por uno de otro modelo, sin disponer de tripulaciones técnicas suficientemente habilitadas para operarlo.
El contrato estatal con Avincis para la gestión del servicio aéreo de rescate tiene un valor estimado de 270 millones de euros y contempla penalizaciones económicas por no cumplir los indicadores de operatividad mensual. Por tanto, la paralización prolongada del helicóptero gallego podría derivar en sanciones contractuales.
Mientras tanto, el conflicto laboral dentro de Avincis persiste. Desde el 1 de julio, el SLTA mantiene convocada una huelga indefinida para denunciar las condiciones laborales del personal aéreo. Sin embargo, por tratarse de un servicio esencial, los servicios mínimos obligan a las tripulaciones a continuar desempeñando sus funciones con normalidad, aunque se les impide realizar horas extraordinarias, lo que limita la flexibilidad operativa del sistema.
En resumen, Galicia se enfrenta a una preocupante merma en su capacidad de respuesta ante emergencias marítimas, en un contexto en el que las averías técnicas, la escasez de recursos y los conflictos laborales se cruzan en un servicio que, por su naturaleza, requiere el máximo nivel de operatividad y eficiencia.
