Frialdad pública: El tenso reencuentro de Urdangarin y la Infanta

Un distanciamiento palpable en las gradas

El pabellón deportivo fue el escenario de uno de los reencuentros más esperados de la crónica social: la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se encontraron para ver jugar a su hijo, Pablo Urdangarin, en un enfrentamiento decisivo del Fraikin BM Granollers contra el Bidasoa Irún. Sin embargo, la cordialidad de ocasiones anteriores dio paso a un ambiente frío y tenso por las recientes declaraciones de Urdangarin que han causado incomodidad en el entorno de Doña Cristina.

Las palabras de Urdangarin desatan controversia

Unas horas antes del partido, Urdangarin había concedido una entrevista en que definía a la Infanta como uno de los «grandes amores de su vida», sugiriendo que la ruptura no se debió a terceras personas, sino a un «tsunami» emocional. Sus declaraciones han sido vistas como un intento de reconstruir su imagen, pero la respuesta de la Infanta fue de un marcado desdén.

Estrategias para evitar el contacto

Desde el inicio del evento, ambos evitaron todo contacto visual. Cristina, resguardada por amigas, se ubicó alejada en las gradas mientras que Iñaki optó por una posición elevada. No hubo comunicación entre ellos durante el partido, a pesar de los logros de su hijo, lo que dejó entrever un distanciamiento emocional considerable.

Un nuevo capítulo en su complicada relación

Una vez finalizado el encuentro, donde la Infanta mostró unidad con su hijo, Urdangarin abandonó el recinto por una salida lateral, evidenciando la fractura en su relación tras el divorcio. Las alusiones públicas de Urdangarin a sus sentimientos hacia Cristina han generado una nueva tensión entre ellos, marcando un punto de inflexión en su complicada historia.