Francia aprueba ley histórica sobre consentimiento y violación
El cambio legislativo y sus controversias
El Parlamento francés ha dado un paso significativo al aprobar con 327 votos a favor la inclusión del consentimiento en la definición penal de violación, un avance que ya contaba con el respaldo de la Asamblea Nacional. Esta modificación al artículo 222-22 del Código Penal establece que cualquier acto sexual se considera una agresión sexual si no cuenta con el consentimiento de la otra parte.
¿Victoria o problema social?
Aunque autoridades como las parlamentarias Marie-Charlotte Garin y Véronique Riotton celebran este avance, hay voces críticas que advierten sobre el peligro de invertir la carga de la prueba en estos casos. Organizaciones feministas se muestran divididas, señalando que ya existían implicaciones sobre el consentimiento en leyes anteriores. Mientras tanto, la extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, denuncia este movimiento como una «deriva moral y jurídica», argumentando que los abogados ahora deberán considerar no solo la violencia del agresor, sino también los gestos y palabras de la víctima.
Contexto sociopolítico
Este cambio legislativo se produce en un clima social ya alterado tras el juicio de Gisèle Pelicot, donde la falta de un marco claro sobre el consentimiento evidenció fallas serias en el sistema judicial. La inclusión del consentimiento no solo refleja un cambio en la legislación, sino una presión creciente de la sociedad francesa para abordar las violaciones de manera más efectiva. Sin embargo, el riesgo de confundir el consentimiento con un contrato sexual plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la legislación sexual en el país.
