Extremadura afronta este 21 de diciembre unas elecciones autonómicas sin precedentes: por primera vez en democracia, los extremeños acuden a las urnas de forma autónoma, fuera del calendario habitual. Y lo hacen bajo un foco mediático y político nacional que supera con creces a anteriores contiendas regionales.

Una campaña marcada por la política nacional, no por los extremeños
La campaña ha sido inusual: líderes nacionales han pisado la región más que en muchas generales, transformando el debate en un ensayo de lo que viene en España:
- Pedro Sánchez (PSOE) ha intentado mitigar los escándalos de su gestión.
- Alberto Núñez Feijóo (PP) ha venido a reforzar a María Guardiola.
- Santiago Abascal (Vox) ha pasado más días en Extremadura que en Madrid.
- Ione Belarra, Irene Montero y dirigentes de IU han respaldado a Unidas por Extremadura.
Este despliegue ha desplazado asuntos puramente regionales —sanidad, tren de cercanías, vivienda o empleo— a cuestiones de política nacional, especialmente los casos de corrupción del PSOE, la petición de elecciones generales o incluso la exigencia de moción de censura en el Congreso.
Una elección con mucho en juego para la derecha
En el centro del tablero político está María Guardiola (PP), que adelantó las elecciones tras el fracaso reiterado para aprobar presupuestos regionales. Su objetivo: obtener una mayoría sólida que evite depender de Vox. Pero las encuestas actuales indican que el PP ganará, sí, pero sin mayoría absoluta, obligándole a negociar o al menos contar con la abstención de Vox.
Este escenario demuestra una vez más que la derecha —a pesar de su victoria anunciada— no logra consolidar un bloque homogéneo capaz de gobernar en solitario, situación que tiene implicaciones directas para el Gobierno de Feijóo y para la política nacional.
PSOE en caída libre y Gallardo en el ojo del huracán
El PSOE, con Miguel Ángel Gallardo como candidato, afronta un desplome electoral sin precedentes en Extremadura. El exsenador y líder socialista es además protagonista de un proceso judicial por presuntas irregularidades, lo que ha alimentado el discurso de incapacidad e indignidad que el PP y Vox han utilizado en campaña.
Gallardo sostiene que es “inocente” y que la causa es una “fabricación para debilitar al adversario”, pero la sombra del juicio que tendrá lugar en mayo de 2026 ha sido utilizada de forma constante por la oposición.
Vox se fortalece mientras PP mira a Génova
Para Vox, las elecciones han representado una oportunidad de consolidación: las encuestas le sitúan en alza desde 5 a 9 escaños, lo que le convierte en una pieza clave para investir a Guardiola. Pero la relación entre el PP extremeño y Vox nunca ha sido fluida.
Guardiola llegó a tildar a Abascal y a su partido de “señoros” y “turistas de campaña”, atacando incluso su estilo y sus postulados ideológicos. Abascal, por su parte, no ha escatimado en calificativos: ha comparado a Guardiola con figuras del sector progresista, tildándola de “feminazi” o “Irene Guardiola”.
Ese choque directo revela una fractura interna en la derecha española que podría tener efectos incluso más allá de Extremadura: si el PP no logra un pacto pragmático con Vox, podría perder gobernabilidad en varias regiones y enviar una señal de debilidad de cara a 2027.
¿Qué dicen las encuestas?
Según el promedio de DatosRTVE:
- PP fortalecería su posición con 30 escaños.
- Vox crecería, acercándose a los 9 escaños.
- PSOE quedaría debilitado con 21 escaños, perdiendo su posición como primera fuerza.
- Unidas por Extremadura subiría ligeramente, hasta 5 escaños.
Con un total de 33 necesarios para la mayoría absoluta, Guardiola necesitaría los votos o abstenciones de Vox para formar Gobierno.
Temas que marcaron la campaña regional
Aunque eclipsados por la política nacional, algunos temas relevantes estuvieron presentes:
La central nuclear de Almaraz
Convertida en símbolo de la campaña, con la derecha defendiendo su continuidad como pilar económico y de empleo regional, y la izquierda ecologista reclamando su cierre por obsolescencia y seguridad.
Sanidad, empleo y tren
Asuntos clave para los habitantes de Extremadura, aunque desplazados en muchas ocasiones por la presencia de líderes nacionales.
Un ensayo para 2027
Estas elecciones no solo deciden el futuro inmediato de Extremadura. Son un termómetro para medir fuerzas nacionales, con consecuencias claras:
- ¿Puede el PP gobernar sin depender de Vox?
- ¿Se desinfla el PSOE bajo las sombras de la corrupción?
- ¿Vox es ya parte indiscutible de la política territorial española?
- ¿Está la política nacional invadiendo el ámbito regional?
El resultado de Extremadura será observado y analizado bajo el prisma político nacional, con una lectura que va mucho más allá de la Asamblea regional.



