
El Supremo condena a García Ortiz: claves de la filtración y la justicia
Indicios y evidencias que sacuden la Fiscalía
Diecinueve días después de anunciar el fallo del caso de Álvaro García Ortiz, el Tribunal Supremo ha revelado una sentencia clave que determina que hubo indicios acreditados de que el fiscal general, o alguien en su círculo cercano, filtró información a la Cadena Ser sobre la defensa de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, admitiendo la comisión de dos delitos fiscales.
Una respuesta a las falsas acusaciones
El alto tribunal señala que la publicación de un correo fue acompañada de una nota de prensa emitida el 14 de marzo de 2024, diseñada para desmentir un bulo propagado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Ayuso. La urgencia mostrada por García Ortiz, así como el borrado de datos en sus dispositivos electrónicos, presentan un cuadro probatorio inquietante.
¿Es esta una mancha en la reputación de la Fiscalía?
Los jueces explican que la filtración y la nota de prensa conforman una unidad de acción que quebranta el deber de reserva del fiscal general, sugiriendo que su actuación podría perjudicar el derecho a la defensa y la presunción de inocencia.
Una defensa que susurra de culpabilidad
Desde la secuencia de eventos hasta una polémica llamada de solo cuatro segundos con un periodista de la Cadena Ser, las evidencias apuntan a una complicidad difícil de negar. La afirmación de García Ortiz de que «eso ahora no importa» ante la pregunta de su subordinada indica una posible autoinculpación.
La batalla judicial todavía no termina
A pesar de la sentencia, existe la posibilidad de que García Ortiz presente un incidente de nulidad o un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, en una búsqueda desesperada por limpiar su nombre ante la opinión pública. Esta situación es un reflejo de la creciente tensión en la política española, donde las filtraciones y los escándalos pueden hacer tambalear hasta las estructuras más sólidas del poder.



