stados Unidos y China han acordado extender durante 90 días adicionales la actual tregua arancelaria, evitando así que los impuestos mutuos sobre sus importaciones alcancen niveles de hasta tres dígitos, lo que habría supuesto un virtual embargo comercial entre las dos mayores economías del mundo.
La decisión, anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump a través de su plataforma Truth Social, retrasa hasta el 10 de noviembre a las 12:01 am (EST) el aumento de aranceles previsto, manteniendo en vigor el resto de las condiciones pactadas en mayo.
En paralelo, el Ministerio de Comercio de China emitió una orden similar, aplazando también por tres meses la incorporación de empresas estadounidenses a sus listas de restricciones comerciales y de inversión.
Una pausa estratégica en plena temporada clave
La prórroga llega justo antes del inicio de la temporada de importaciones navideñas, lo que permitirá que productos como electrónica, juguetes, ropa y artículos para el hogar entren con tarifas reducidas.
Sin el acuerdo, los aranceles estadounidenses a los productos chinos habrían subido hasta el 145%, mientras que China tenía previsto elevar los suyos hasta el 125% sobre productos de EE. UU. Finalmente, se mantendrán en un 30% y 10% respectivamente, de forma temporal.
Un respiro para los mercados y los exportadores
En Pekín, la medida fue recibida con alivio. Para muchos empresarios, esta tregua representa una oportunidad para mantener la estabilidad en un momento en que la política comercial de Washington supone un desafío directo al modelo económico chino orientado a las exportaciones.
«No creo que ni China ni Estados Unidos quieran ver que su relación siga deteriorándose», opinó Wang Mingyue, ingeniero en robótica de 39 años. «Pero la confrontación puede no haber terminado, el riesgo sigue ahí».
En los mercados, las bolsas asiáticas abrieron con subidas moderadas y las monedas se mantuvieron estables, rompiendo semanas de incertidumbre.
Camino a un posible acuerdo Trump–Xi
Este nuevo aplazamiento es el resultado de una serie de reuniones bilaterales celebradas desde mayo en Ginebra y Estocolmo, que marcaron el inicio de una etapa de distensión (“détente”) comercial. Según fuentes de la Casa Blanca, los negociadores recomendaron a Trump extender la tregua para dar más tiempo a un acuerdo comercial integral.
El presidente estadounidense afirmó la semana pasada a CNBC que un pacto con China está “muy cerca” y que planea reunirse con Xi Jinping antes de final de año si las conversaciones prosperan.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reiteró que los aranceles de tres dígitos aplicados en primavera eran insostenibles y que, de haberse mantenido, habrían paralizado prácticamente el comercio bilateral.
