Estados Unidos y China reanudan contactos en Malasia para evitar una nueva guerra comercial. El objetivo es claro: salvar la cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping y evitar un choque económico total que afectaría al comercio global.

Una reunión al borde del abismo
El viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, concluyeron la primera jornada de conversaciones en Kuala Lumpur calificándola como “muy constructiva”, en el marco de la cumbre de la ASEAN. Pero el trasfondo es mucho más tenso:
Si fracasan, Trump activará nuevos aranceles del 100 % a productos chinos el 1 de noviembre.
Estas negociaciones buscan reducir tensiones comerciales crecientes, marcadas por la ampliación de los controles de exportación de China sobre tierras raras y la respuesta de EE. UU. con una lista negra que afecta a miles de empresas chinas.
Qué se juega cada parte
Estados Unidos
- Aliviar la presión sobre agricultores estadounidenses, especialmente los productores de soja, afectados por el congelamiento de compras chinas.
- Contener el avance de China en tecnología crítica y presión sobre Taiwán.
- Reforzar su posición de liderazgo en la región Asia-Pacífico.
- Buscar el apoyo de China ante el conflicto geopolítico con Rusia.
China
- Evitar un choque arancelario total que golpearía su recuperación económica.
- Proteger sus exportaciones de tierras raras, claves en la industria tecnológica.
- Mantener una narrativa de diálogo activo frente a posibles sanciones más duras.
- Asegurar la reunión cara a cara entre Trump y Xi la próxima semana en Corea del Sur.
¿Qué se negocia?
Los puntos calientes de las conversaciones son:
- Controles sobre exportaciones tecnológicas por parte de EE. UU.
- Restricciones chinas a imanes, tierras raras y minerales estratégicos
- Un posible alivio arancelario temporal
- Compras agrícolas, en especial de soja
- Taiwán y derechos humanos, temas que Trump ha puesto sobre la mesa
La cumbre bilateral está prevista para el próximo jueves, en el marco de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Trump: “Tenemos mucho que hablar”
Desde el Air Force One, camino a Asia, Donald Trump dejó claro el tono de su viaje:
“Tenemos mucho que hablar con el presidente Xi, y él tiene mucho que hablar con nosotros. Creo que tendremos una buena reunión”.
También exigió la liberación del magnate hongkonés Jimmy Lai, símbolo de la represión del régimen chino contra la libertad de prensa, y mencionó su intención de incluir a Taiwán en el debate, aunque descartó una visita directa a la isla.
¿Giro hacia la distensión o antesala del conflicto?
Expertos como Josh Lipsky, del Atlantic Council, advierten que las posiciones siguen enfrentadas y que el futuro inmediato dependerá de si Bessent, Greer y He Lifeng logran encontrar una fórmula para desactivar los aranceles y detener el uso político de los recursos estratégicos.
Conclusión
EE. UU. y China negocian a contrarreloj un acuerdo que puede marcar el rumbo económico del planeta en los próximos meses. Con nuevos aranceles, controles cruzados y tensiones diplomáticas, ambas potencias están ante una disyuntiva clara:
O retoman el diálogo económico serio o precipitan una guerra comercial que arrastrará al resto del mundo.



