
Betis y su mala fortuna con los palos en LaLiga: ¿falta de puntería o destino?
El Betis acumula siete disparos a los postes sin suerte
El Real Betis de Manuel Pellegrini sigue demostrando una extraña predilección por la madera esta temporada. Hasta la fecha, el equipo verdiblanco ha golpeado los palos en siete ocasiones, incluido el reciente disparo de falta directa de Abde contra el Atlético de Madrid, estrellándose en el travesaño custodiado por Oblak. Este mismo jugador ya suma tres disparos a la madera en Liga.
Un idilio que no ayuda ni en defensa
Curiosamente, esta falta de fortuna ofensiva no encuentra contrapunto en defensa. En las diez jornadas disputadas, el Betis no ha recibido ningún disparo a los palos en su propia portería, lo que eleva las dudas sobre la efectividad del equipo y la estrategia ofensiva impuesta por Pellegrini.
Antecedentes polémicos y análisis crítico
Los causantes de estos golpes a la madera fueron en ocasiones jugadores como Bakambu (jornada 2), Pablo García (jornada 3), Riquelme (jornada 4), Abde en dos ocasiones (jornada 5) y Fornals (jornada 8). Todos estos intentos fallidos representan no solo una evidente falta de puntería, sino también una oportunidad perdida para ascender en la pelea por puestos europeos y Champions League.
Es imprescindible cuestionar la planificación deportiva y la capacidad táctica del club, especialmente cuando esos disparos a los palos se traducen en puntos perdidos. En un escenario deportivo cada vez más profesionalizado y estratégicamente exigente, el Betis debe replantearse su enfoque si no quiere seguir desperdiciando oportunidades y decepcionando a una afición que demanda resultados palpables y coherencia.
Además, mientras otros clubes juegan con la seriedad y compromiso que requiere competir en Europa, el Betis parece atrapado en una suerte de fatalismo que solo favorece a rivales y detractores.
Este fenómeno apunta a una falta de agresividad y precisión que no puede ser atribuida únicamente al azar, sino a deficiencias institucionales y tácticas que merecen análisis profundo. ¿Será Manuel Pellegrini consciente de esto o continuará el equipo en la senda del conformismo?



