
Excesos navideños: crisis, diabetes y colapso digestivo
Una fiesta que puede costar salud
En España, la Navidad se celebra, ante todo, alrededor de la mesa. Cenas familiares y comidas de empresa representan un consumo desaforado, con un aporte calórico que puede superar las 3 000 calorías en una sola ingesta. Si tomamos en cuenta que las necesidades diarias varían entre 1 600 y 2 500 calorías, se evidencia que el problema no es de una comida puntual.
El organismo al límite
Las comunidades médicas llevan años señalando que los excesos de estas fechas se traducen en crisis hipertensivas y descompensaciones en personas con dificultades metabólicas. Durante Navidad, las urgencias hospitalarias pueden aumentar hasta un 25 %. Un riesgo para población vulnerable como ancianos y niños.
Más allá de la digestión
Según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), los españoles pueden subir entre 3 y 5 kilos durante estas festividades. La retención de líquidos y fatiga se suman a picos de glucosa y alteraciones del sueño, generando un impacto emocional que, sin duda, no se discute lo suficiente. Ignorar el cuerpo por complacer a la tradición puede terminar siendo una receta para la enfermedad.
La presión social y las recomendaciones
La cultura de la sobreabundancia se perpetúa, donde rechazar un plato se considera una falta de celebración. Expertos sugieren un retorno a hábitos saludables: una dieta equilibrada, hidratación y actividad física. Sin embargo, el consumismo impulsado por el entorno social hace que muchos ignoren estas recomendaciones.



