
Incendio en Hong Kong: 156 muertos y caos político
La tragedia que revela la falta de control gubernamental
El número de muertos en el devastador incendio que arrasó Hong Kong el pasado 26 de noviembre ha subido a 156, según el último informe oficial de la Policía, mientras continúan las labores de búsqueda de unos 30 desaparecidos. Este ha sido declarado como el incendio de edificio más mortífero en Hong Kong en los últimos 77 años, evidenciando la alarmante falta de regulación en los procesos de renovación de edificios.
El papel de la negligencia en la tragedia
La causa preliminar del incendio se sitúa en el uso de materiales de baja calidad y no ignífugos en las obras de renovación, lo que provoca un grave cuestionamiento sobre la responsabilidad de las autoridades en la supervisión de estos proyectos. Hasta ahora, 15 personas han sido detenidas bajo cargos de homicidio, vinculadas a estas reformas que han terminado en una catástrofe.
Comisión de investigación y posibles culpables
El Gobierno de Hong Kong ha anunciado una comisión «independiente», dirigida por un juez, para investigar las causas del siniestro. Sin embargo, la independencia de esta comisión es cuestionable, dado el historial del régimen de Hong Kong en temas de transparencia. Las informaciones iniciales apuntan a que el fatal siniestro podría haber sido causado por una red de plástico y espuma aislante defectuosa.
Conmemoraciones y descontento popular
Las familias de las víctimas han llevado a cabo ceremonias religiosas, siguiendo la tradición que estipula que el séptimo día tras la muerte es un momento crucial en el proceso de duelo. A pesar de esto, una sombra de descontento e indignación sobrevuela la ciudad, con preguntas sobre la resiliencia de un sistema burocrático que parece haber fallado en su deber de proteger a sus ciudadanos.



