
Juicio por ciberacoso a la mujer de Macron: un ataque a la libertad de expresión
La controversia en París pone en tela de juicio la libertad de opinión
El Tribunal Penal de París comienza hoy el juicio contra diez personas, entre ellas ocho hombres y dos mujeres de entre 41 y 60 años, acusadas de ciberacoso sexista y transfóbico contra la primera dama francesa, Brigitte Macron. Este proceso, que se extenderá hasta mañana, se da tras la denuncia que la esposa del presidente presentó el 27 de agosto de 2024, tras años de rumores infundados sobre su identidad de género.
Análisis crítico del caso
Según la Fiscalía de París, los acusados han utilizado un «lenguaje abusivo» en las redes sociales, replicando teorías que cuestan la credibilidad a las instituciones y fomentan el odio. De manera aberrante, algunos incluso han comparado la diferencia de edad de 24 años entre los Macron con la pedofilia. Este juicio, impulsado por la esposa del presidente, desencadena un profundo debate acerca de los límites de la libertad de expresión en el contexto actual, donde se busca silenciar voces disidentes.
Entre los acusados se encuentra Aurélien Poirson-Atlan, conocido como «Zoé Sagan» en redes sociales, cuya cuenta ha sido suspendida. Otro de los procesados es la supuesta periodista Delphine J., alias Amandine Roy, quien ha sido condenada antes por difamación y cuya información sobre la familia Trogneux es cuestionable en su veracidad.
Dado el contexto internacional, el matrimonio Macron no solo enfrenta los rumores en Francia, sino que también ha demandado en EE.UU. a la influencer Candace Owens por difamación, lo que evidencia una «campaña de humillación global».
Este ataque sistemático a Brigitte Macron no solo afecta su imagen personal, sino que también plantea interrogantes sobre la dirección que toma la defensa de la libertad de expresión en una era de censura creciente. La sociedad debe elegir entre defender el derecho a opinar o silenciar voces bajo la presión de la corrección política.



