La nadadora china Zidi Yu se convierte en la sensación del Mundial de Natación en Singapur 2025 al ganar su primera medalla con tan solo 12 años. Su talento precoz ya la sitúa como seria candidata al dominio de la natación mundial.
Una niña prodigio que rompe barreras
Zidi Yu, con apenas 12 años, ha hecho historia al convertirse en la medallista más joven del Mundial de Natación. Aunque no participó en la final, su contribución en las semifinales del relevo 4×200 metros libres le valieron el bronce junto a su equipo.
La excepción a la norma de edad mínima por parte de la FINA para permitir su participación ya hablaba de su nivel. Y no decepcionó: en el campeonato nacional chino de mayo ganó los 400 metros estilos y los 200 mariposa, con tiempos muy por delante de cualquier nadadora de su edad.
Nacida para brillar: potencial fuera de serie
Zidi fue descubierta en un parque acuático por un entrenador, una historia que recuerda a los grandes descubrimientos del deporte. En Singapur, su desarrollo físico y técnico ha sorprendido incluso a los expertos. Comparada con leyendas precoces como Katie Ledecky, Fu Mingxia o Quan Hongchan, su rendimiento ya se sitúa a niveles históricos.
Una amenaza real al dominio de Summer McIntosh
En la misma prueba que compartió con Summer McIntosh, actual campeona canadiense, Zidi nadó solo 4 segundos y medio más lenta. Pero lo más revelador está en la comparación a igual edad: mientras a los 12 años McIntosh marcaba 4:50 en 400 estilos, Zidi ya ha registrado 4:35, una mejora de 15 segundos.
El futuro apunta a Los Ángeles 2028
Con solo tres años por delante hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, todo apunta a que Zidi llegará como favorita. No podrá batir récords de precocidad por edad, pero podría hacerlo en resultados.
Una lección de esfuerzo y talento
El caso de Zidi Yu enseña que el talento precoz necesita disciplina, apoyo y enfoque. Su historia no es solo la de una niña prodigio, sino también la de dedicación total al entrenamiento, sacrificios tempranos y una pasión que ha convertido el juego en misión. ¿Suena el relevo generacional en la natación femenina? El reloj ya está corriendo.



