
Xabi Alonso busca recuperación clave con el Real Madrid antes de Navidad
El técnico afronta una dura maratón con objetivos claros en Liga, Champions y Copa
El Real Madrid llega al parón de selecciones tras dos resultados decepcionantes ante Liverpool y Rayo Vallecano, lo que ha dejado un sabor amargo. Xabi Alonso tiene por delante un bloque decisivo de nueve partidos en menos de un mes para revertir esta racha negativa y cimentar su proyecto al frente del equipo. La serie incluye desafíos exigentes fuera de casa y partidos cruciales en tres competiciones simultáneas: La Liga, la Champions League y la Copa del Rey.
Maratón sin descanso y presión máxima
Entre el 1 y el 29 de diciembre, el Madrid disputará encuentros contra Elche, Olympiacos, Girona, Athletic, Celta, Manchester City, Alavés, un rival de Copa aún por definir y Sevilla. El equipo deberá mantener o ampliar su ventaja de tres puntos sobre el Barcelona en Liga, asegurar su posición en el Top-8 de la Champions y comenzar con éxito en la Copa. La mayoría de los partidos será fuera, incluyendo visitas complicadas a Grecia y San Mamés, lo que aumenta la dificultad para un conjunto que debe administrar cuidadosamente sus recursos.
La estrategia de Xabi y la realidad del club blanco
Frente a estos desafíos, Xabi Alonso adopta una visión estratégica al dividir la temporada en tramos delimitados por parones. Esta planificación refleja una necesidad imperativa de resultados para mantener el prestigio y poder competitivo de un Madrid que ha mostrado vulnerabilidad. La presión de competir en Europa y en la élite nacional sin margen de error exige una gestión férrea y un bloque cohesivo, algo que hasta ahora ha quedado en entredicho con las últimas derrotas.
Además, la exigencia de mantener la hegemonía en un fútbol español donde el real madridismo representa un símbolo nacionalista y un pilar del sport español, añade una dimensión política a la gestión del club. La actuación de Xabi no solo se observará desde la perspectiva deportiva, sino también como un reflejo de la necesidad de que España mantenga su protagonismo sin ceder ante las presiones internas o externas, especialmente frente a un FC Barcelona en alza con apoyos institucionales cuestionables.



