La formación dirigida por Santiago Abascal ha salido de las elecciones autonómicas de Extremadura 2025 como uno de los grandes protagonistas, consolidándose como la fuerza política que más crece y con un mensaje firme hacia el PP: “el Partido Popular tiene que entender quién es el auténtico ganador” si quiere pactar la investidura de María Guardiola.
Con un ascenso meteórico de 5 a 11 escaños y casi el 17% de los votos, Vox se presenta no solo como clave para desbloquear la gobernabilidad de la región, sino como la pieza que condicionará el futuro político de la derecha en España, con los ojos puestos en futuras citas electorales como Aragón o incluso unas generales anticipadas.
Vox, el triunfador inesperado del 21‑D
Mientras el PP se quedó a cuatro escaños de la mayoría absoluta, Vox fue la única formación que experimentó un crecimiento real y sostenido. El salto de 6 diputados respecto a 2023 ha sido interpretado desde la sede de Vox en la calle Bambú como un respaldo claro a su estrategia política, independientemente de si ocupa cargos ejecutivos o no.
Desde el núcleo duro del partido defienden que los votantes han respondido a su discurso de ruptura con los gobiernos tradicionales, especialmente al mantener una postura firme en cuestiones como el reparto de menores extranjeros no acompañados (menas), migración y defensa de la soberanía nacional.
Mensaje directo al PP: el apoyo no será gratis
Abascal fue rotundo en su discurso tras conocerse los resultados:
“Vamos a exigir respeto a los votantes de Vox. No van a ser invisibilizados ni traicionados”.
La advertencia no es casual. Vox ya anticipó en campaña que su apoyo no sería una «abstención gratuita», sino que exigiría al PP compromisos claros en políticas que consideran fundamentales para su electorado. Entre las áreas que podrían entrar en negociación están:
- Control de fronteras y políticas migratorias
- Rechazo al Pacto Verde Europeo
- Defensa del mundo rural y del sector energético nuclear
- Reformas educativas y rechazo a imposiciones ideológicas desde Madrid
- Lucha contra leyes como la Memoria Democrática si se perciben como impositivas
En Vox consideran que estos puntos no pueden ser simplemente “términos de negociación”, sino condiciones para construir una alternativa sólida al socialismo en España.
Un discurso reforzado por los votos
Desde el partido han celebrado con entusiasmo su progresión en Extremadura, destacando que han sido capaces de captar votos tanto de la izquierda como de la derecha, algo que, en su opinión, demuestra que su mensaje va más allá de las etiquetas tradicionales.
El portavoz autonómico, Óscar Fernández Calle, remató la posición de Vox con un mensaje claro:
“En Vox somos uno”, demostrando la unidad interna de la formación y su cohesión con las directrices nacionales.
La lectura dura contra el bipartidismo
Abascal no se limitó a reclamar respeto. También cargó contra los partidos tradicionales:
“Este resultado evidencia el hundimiento de la mafia del Peugeot y la estafa del PP”, afirmó, en una línea crítica con el establishment y con la idea de que tanto PP como PSOE han perdido la confianza de importantes segmentos del electorado.
El análisis de Vox es que el PSOE se desplomó —perdiendo más de 114 000 votos y 10 escaños— y que incluso el PP, pese a ganar un escaño más, perdió más de 20 000 votos en comparación con 2023. En contraste, Vox sumó 35 405 votos adicionales, lo que ilustra el caladero de apoyo que ha logrado articular.
Vox como árbitro de la gobernabilidad
La formación verde sabe que tiene las cartas en la mano para condicionar el futuro político de Extremadura. Con Guardiola necesitando —como mínimo— una abstención para poder ser investida, Vox puede dictar la agenda política regional, algo que ya ha dejado claro en sus mensajes públicos.
Para el PP, esta posición de Vox representa tanto una oportunidad como un riesgo político: sin el apoyo de Abascal y su grupo parlamentario, la investidura y la estabilidad de la futura legislatura estarían en entredicho. Si hay pacto, será bajo condiciones políticas defensadas con dureza por Vox.
