El régimen chavista responde con lenguaje bélico al despliegue militar estadounidense en el Caribe, alertando de que sus Fuerzas Armadas están preparadas para enfrentar cualquier intento de “agresión”. Caracas agita el discurso del conflicto armado en plena crisis de legitimidad.

Caracas se atrinchera y endurece el discurso
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, aseguró este sábado que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) está “más que preparada” para responder con contundencia a cualquier intento de agresión extranjera. Lo hizo en una declaración televisada por el canal oficialista VTV, lanzando un claro mensaje disuasorio hacia Estados Unidos.
“Una Fuerza Armada más profesional, más popular, más cohesionada. Y lista para defender la patria, cueste lo que cueste”, declaró, en tono marcadamente militarista. El chavismo habla abiertamente de una posible escalada bélica, alimentando la narrativa de amenaza externa para cohesionar internamente al régimen.
Diosdado Cabello: “Estamos armados para resistir”
Por su parte, Diosdado Cabello, número dos del chavismo y actual ministro del Interior, fue todavía más explícito:
“Esta es una revolución pacífica, pero no desarmada”.
Durante un acto de juramentación de milicianos bolivarianos en el estado Monagas, Cabello acusó a EE.UU. de ejecutar un plan de “terror psicológico” contra Venezuela mediante su despliegue militar en el mar Caribe. El dirigente habló de “cuatro meses de amenazas diarias” y advirtió que Maduro ha ordenado una “resistencia activa prolongada y ofensiva permanente”.
EE.UU. intensifica maniobras cerca de Venezuela
El gobierno de Joe Biden, y ahora reforzado por el regreso de Donald Trump al frente de las encuestas, mantiene presencia militar en el Caribe, especialmente en la zona de Puerto Rico, desde donde realiza maniobras bajo el paraguas de la lucha antidroga.
Venezuela, sin embargo, denuncia que dichas maniobras encubren un intento de desestabilización y cambio de régimen, algo que el chavismo ha denunciado repetidamente ante organismos internacionales. Washington no ha confirmado ninguna operación concreta, pero el tono en Caracas es cada vez más agresivo.
¿Otra crisis geopolítica en puertas?
Mientras América Latina vive un nuevo ciclo de polarización, Venezuela vuelve a colocarse en el centro del tablero internacional. Aislada diplomáticamente, dependiente de Irán, Rusia y China, y con una oposición neutralizada, el régimen de Maduro busca revivir el relato de la “patria sitiada” para reforzar el control interno y reprimir cualquier disidencia.
La estrategia es clara: militarización interna, tensión externa, victimismo internacional y cohesión ideológica. En un año marcado por elecciones, sanciones y fracasos económicos, el chavismo necesita un enemigo externo, y EE.UU. cumple ese papel a la perfección.
¿Estamos ante una provocación real o ante otro espectáculo propagandístico de un régimen desesperado por sobrevivir?



