La Asamblea chavista reacciona con furia ante la decisión europea de incluir al régimen de Maduro en la lista negra del blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo
El régimen de Nicolás Maduro ha estallado contra la Unión Europea tras la reciente inclusión de Venezuela en la lista de países de alto riesgo para el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, una decisión avalada por el Parlamento Europeo y la Comisión Europea.
La Asamblea Nacional venezolana, completamente controlada por el oficialismo, aprobó por mayoría calificada una propuesta que exige al Ejecutivo evaluar la ruptura de relaciones comerciales con empresas provenientes de países miembros de la UE. El texto, carente de fundamentos probatorios, acusa al bloque europeo de ser, paradójicamente, un “lavadero de activos” provenientes de actividades criminales.
Maduro y su Asamblea reaccionan contra Europa… sin pruebas
El acuerdo se produce tan solo un día después de que Bruselas oficializara la inclusión de Venezuela —junto a otras nueve naciones— en la lista de territorios que no cooperan eficazmente contra el crimen financiero internacional. Según la Comisión Europea, esta medida se basa en una revisión exhaustiva del comportamiento de los países en materia de prevención de delitos financieros, donde se constató que el régimen bolivariano no toma medidas suficientes para evitar el blanqueo de capitales ni el financiamiento de organizaciones terroristas.
La respuesta de Caracas no se hizo esperar: la Cancillería tachó la lista de “ridícula” y la Asamblea no dudó en aprobar una moción que repudia la decisión de Europa y amenaza con represalias comerciales que podrían afectar las inversiones europeas en el país caribeño.
El chavismo se encierra en su discurso victimista
Este nuevo episodio pone en evidencia la creciente tensión entre Venezuela y las democracias occidentales, particularmente tras las múltiples sanciones impuestas por la UE y EE.UU. en los últimos años, debido a la represión política, la corrupción generalizada y los vínculos del régimen con redes del narcotráfico y del crimen organizado.
Mientras tanto, la Unión Europea sigue sin recibir explicaciones convincentes por parte del gobierno de Maduro, que prefiere encerrarse en un discurso antiimperialista y lanzar amenazas comerciales, antes que cumplir con estándares mínimos de transparencia y legalidad internacional.
¿Ruptura comercial o maniobra propagandística? Lo cierto es que la dictadura chavista vuelve a colocar a Venezuela en el ojo del huracán, mientras millones de ciudadanos siguen sumidos en la pobreza y la hiperinflación.