Moscú ha utilizado en territorio ucraniano el misil de crucero 9M729, cuyo desarrollo provocó la retirada de EE.UU. del Tratado INF en 2019. Kiev confirma al menos 23 lanzamientos desde agosto.

Un misil prohibido, ahora usado en combate
El ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, ha confirmado que Rusia ha utilizado en los últimos meses el misil 9M729, un proyectil terrestre de largo alcance que puede portar una ojiva convencional o nuclear. Este misil fue el centro de la disputa que llevó a Donald Trump a romper el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) durante su primer mandato.
Según fuentes ucranianas, al menos 23 misiles de este tipo han sido lanzados desde agosto, y otros dos fueron registrados en 2022. Uno de los proyectiles, disparado el 5 de octubre, recorrió más de 1.200 kilómetros antes de impactar en territorio ucraniano.
Capacidad nuclear y alcance oculto
Estados Unidos abandonó el INF tras acusar a Rusia de violar el tratado: el misil superaba el alcance máximo permitido de 500 km, llegando según estimaciones hasta los 2.500 km. Rusia lo ha negado en repetidas ocasiones.
Imágenes del ataque a la aldea ucraniana de Lapaiivka, que dejó cuatro muertos, muestran fragmentos identificados como parte de un misil 9M729, lo que refuerza la denuncia ucraniana. Analistas del Middlebury College, en EE.UU., confirmaron que los restos coinciden con la estructura del misil prohibido.
Presión a Ucrania y desafío a EE.UU.
“El uso del 9M729 demuestra el desprecio de Putin por los esfuerzos diplomáticos de Trump”, declaró Sybiha, quien también expresó su apoyo a las iniciativas de paz del expresidente estadounidense.
El exagregado de defensa británico, John Foreman, advirtió que el uso de estos misiles plantea un riesgo directo a la seguridad de Europa. La amenaza se agrava por el hecho de que estos sistemas pueden ser móviles y difíciles de detectar, lo que complica las defensas aéreas.
El giro nuclear del Kremlin
Este despliegue forma parte de una escalada armamentística: recientemente, Rusia probó el misil de crucero nuclear Burevestnik y el torpedo Poseidón, ambos con capacidades atómicas. Moscú también anunció en agosto que ya no limitará el despliegue de misiles de alcance INF.
Expertos como Douglas Barrie destacan que el uso del 9M729 en Ucrania sirve también como prueba de campo para su rendimiento militar, demostrando que Rusia busca tanto eficacia táctica como impacto estratégico.
Zero Censura opina
Mientras Occidente mira a otro lado, Putin avanza en su agenda nuclear con total impunidad. El uso del 9M729 no solo viola tratados internacionales, sino que acerca peligrosamente el conflicto ucraniano al corazón de Europa. ¿Dónde están ahora las condenas globales que tanto se escuchaban antes? ¿Cuántas líneas rojas más tiene que cruzar el Kremlin antes de que Occidente reaccione?



