El mundo del cine despide con dolor y respeto al actor británico Terence Stamp, una de las figuras más carismáticas de la gran pantalla, que falleció este domingo a los 87 años, según confirmó su familia.
Stamp, nacido en el East End de Londres en 1938, vivió una infancia marcada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial antes de abrirse paso en el mundo de la actuación. Su elegancia, su magnetismo y su voz profunda lo convirtieron en un rostro inolvidable tanto en el cine europeo como en Hollywood.

Una carrera brillante y versátil
A lo largo de seis décadas, Stamp trabajó con algunos de los directores más influyentes del cine mundial. Debutó en los años 60 como uno de los grandes talentos de la generación británica, participando en títulos como Teorema de Pier Paolo Pasolini y Una temporada en el infierno. Fue nominado al Óscar por Billy Budd en 1962, un papel que lo lanzó al estrellato.
Sin embargo, su interpretación más icónica llegó en los años 70 cuando encarnó al General Zod, el megalómano enemigo de Superman en Superman (1978) y Superman II (1980). Ese papel lo convirtió en un referente del cine de superhéroes, marcando a generaciones de espectadores.
Stamp también dejó huella en el cine contemporáneo con trabajos como Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994), donde interpretó con sensibilidad a una mujer transgénero, y en grandes producciones de Hollywood como Valkyrie (2008) junto a Tom Cruise o The Adjustment Bureau (2011) con Matt Damon.
Un legado que trasciende la pantalla
Además de actor, fue escritor y un apasionado del yoga y la espiritualidad, lo que lo llevó a retirarse temporalmente de Hollywood en los años 70 para viajar y estudiar en la India. Su vida, marcada por la búsqueda artística y personal, refleja una carrera de riesgo, versatilidad y compromiso con personajes que desafiaban los moldes de su tiempo.
Su familia, en un comunicado, expresó: “Deja una obra extraordinaria, tanto como actor como escritor, que seguirá conmoviendo e inspirando a la gente durante años. Solicitamos privacidad en este triste momento”.
El cine y la televisión se visten de luto, pero su mirada intensa y sus personajes quedarán para siempre en la memoria colectiva. Terence Stamp ya es parte de la historia.



