El Tribunal Constitucional de Tailandia destituyó este viernes a la primera ministra Paetongtarn Shinawatra, de 39 años, tras considerarla culpable de una “violación ética” relacionada con una llamada telefónica filtrada con el exlíder camboyano Hun Sen, en medio de tensiones fronterizas entre ambos países.
La decisión marca un nuevo capítulo en la turbulenta historia política de la familia Shinawatra, que ha visto cómo seis de sus primeros ministros han sido apartados del poder en las últimas dos décadas por intervención militar o judicial.

La llamada filtrada que precipitó la caída
Según el tribunal, durante la conversación telefónica, Paetongtarn habría mostrado “una disposición constante a actuar en beneficio de Camboya”, poniendo sus intereses personales por delante de los de Tailandia.
Semanas después de esa llamada, estallaron enfrentamientos fronterizos que duraron cinco días, lo que incrementó la presión política.
El fallo, aprobado por 6 votos contra 3, concluyó que la primera ministra “dañó la reputación del país y generó pérdida de confianza pública”.
Paetongtarn pidió disculpas, asegurando que su objetivo era evitar una guerra, pero no logró convencer a los jueces.
Consecuencias políticas inmediatas
El veredicto obliga al Parlamento a elegir a un nuevo primer ministro, en un proceso que podría alargarse y que deja a su partido, Pheu Thai, debilitado en las negociaciones para sostener una frágil coalición de gobierno.
El viceprimer ministro Phumtham Wechayachai y el actual gabinete dirigirán el país de manera interina hasta la designación del sucesor.
Entre los cinco candidatos elegibles, solo uno pertenece al Pheu Thai: Chaikasem Nitisiri, de 77 años, ex fiscal general y figura de bajo perfil político. También destacan nombres como Anutin Charnvirakul, ex viceprimer ministro, y hasta la posibilidad de un regreso del exgeneral Prayuth Chan-ocha, quien lideró el golpe militar contra Pheu Thai en 2014.
Un patrón de destituciones
Paetongtarn se convierte en la quinta primera ministra en 17 años destituida por la Corte Constitucional, confirmando el papel clave de los tribunales en la lucha de poder entre los gobiernos electos vinculados a los Shinawatra y el bloque conservador-militar apoyado por la monarquía.
La incertidumbre ahora gira en torno a si el magnate Thaksin Shinawatra, padre de Paetongtarn e influyente figura política, podrá maniobrar entre partidos y élites para mantener a su clan en el poder, o si la caída de su hija abre la puerta a una nueva etapa de inestabilidad política en Tailandia.