El Tribunal Supremo de Estados Unidos respalda la política migratoria de Donald Trump y autoriza que se reanuden las detenciones de inmigrantes en California, paralizadas por tribunales menores.

El fallo del Supremo: victoria política para Trump
El Tribunal Supremo de EEUU ha dado luz verde este lunes a la reanudación de las detenciones de inmigrantes en California, un pilar de la política migratoria de Donald Trump. La medida había sido frenada por tribunales menores, que consideraban que podía violar derechos constitucionales.
Con esta decisión, el Supremo permite a las fuerzas de seguridad actuar según criterios como el idioma o la ocupación laboral de los sospechosos, lo que, según el juez Brett Kavanaugh, constituye una “sospecha razonable” para justificar una detención breve y verificar el estatus migratorio.
Choque ideológico dentro del tribunal
El fallo fue aprobado con el apoyo del ala conservadora del Supremo, mientras que las juezas progresistas emitieron votos en contra.
- Brett Kavanaugh defendió que las circunstancias evaluadas por los agentes “pueden constituir al menos una sospecha razonable”.
- Sonia Sotomayor denunció la decisión por permitir arrestos “en función del aspecto o el puesto de trabajo”, advirtiendo de un retroceso en las libertades constitucionales.
- Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson se sumaron a su crítica, alertando de que el Supremo se ha convertido en un tribunal dispuesto a intervenir sin seguir el proceso ordinario de apelación.
El pulso político entre Trump y los tribunales menores
La medida había sido bloqueada en julio por la jueza federal Maame Ewusie Mensah Frimpong, nombrada por Joe Biden, tras recibir denuncias contra las llamadas “patrullas itinerantes” en Los Ángeles, acusadas de realizar controles arbitrarios e inconstitucionales.
Sin embargo, la Administración Trump consideraba esta orden judicial una “camisa de fuerza” contra su política migratoria y pidió al Supremo una intervención urgente.
Con la resolución de este lunes, Trump obtiene un espaldarazo judicial clave para mantener su ofensiva contra la inmigración ilegal en estados dominados por el progresismo demócrata.
El fallo del Supremo supone un giro en el pulso migratorio estadounidense: mientras la izquierda denuncia persecución por perfil étnico y laboral, el Gobierno de Trump celebra un paso adelante en la lucha contra la inmigración ilegal.
La pregunta es clara: ¿defiende el Supremo el Estado de Derecho o avala un endurecimiento sin precedentes de la política migratoria en Estados Unidos?



