Pedro Sánchez anuncia hoy en su gira regional que auditará y derogará las ventajas fiscales concedidas por Montoro a grandes empresas, en una ofensiva clara contra la “corrupción” del PP.
Política fiscal bajo fuego
En un intento por limpiar su imagen tras el escándalo Cerdán, Pedro Sánchez ha prometido revertir los privilegios fiscales otorgados por el exministro Cristóbal Montoro a grandes empresas entre 2011 y 2018. Desde Paraguay, el presidente declaró que su Gobierno emprenderá una «auditoría exhaustiva» para anular exenciones de hasta el 85 %, concedidas a sectores como el energético y los juegos online.
La medida, presentada como una cruzada contra la «corrupción institucional del PP», busca recuperar la iniciativa política y marcar un contraste moral tras los daños de imagen sufridos por el PSOE. Sin embargo, hay dudas sobre la viabilidad jurídica y efectiva de recuperar esos fondos o modificar esas legislaciones con efectos retroactivos.
¿Regeneración o rédito electoral?
El Gobierno asegura que el análisis jurídico está en marcha, pero no garantiza ni sanciones ni devoluciones. Muchos ven en este anuncio un gesto electoral calculado, que pretende diluir el foco sobre las tramas internas socialistas mientras se ataca al rival ideológico. El uso del discurso anticorrupción para justificar ajustes fiscales podría convertirse en un boomerang si no se acompaña de resultados tangibles.
Claves del caso Montoro
El exministro del PP está siendo investigado por un juez por presuntos delitos de cohecho, fraude y tráfico de influencias, en colaboración con empresas como Ferrovial, Abengoa y Madrid Network. La investigación apunta a que Montoro pudo haber utilizado su cargo para legislar en favor de determinadas corporaciones, debilitando el principio de interés general.
El despacho Equipo Económico, fundado por Montoro, intenta anular la causa alegando supuestas irregularidades del juez instructor. No obstante, la magnitud del escándalo amenaza con salpicar la imagen de buena parte de la cúpula económica del PP.
Tensiones políticas en aumento
Desde la gira por Paraguay y Uruguay, Sánchez ha endurecido su discurso contra el PP, al que acusa de haber instaurado un modelo de «corrupción estructural». Por su parte, el Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, defiende la gestión de Montoro y denuncia un uso partidista de la justicia.
La batalla política se recrudece en pleno verano, con un Gobierno que busca regenerarse y un PP que sigue atrapado en su propio pasado.
La estrategia de Sánchez plantea un dilema: ¿es una muestra de verdadera voluntad de regeneración democrática o simplemente un golpe de efecto para salvar su mandato? La respuesta la dará el tiempo y, sobre todo, los resultados reales de esta anunciada auditoría.



