Una carta firmada por José Luis Ábalos en 2019 y un mensaje de Pedro Sánchez diciendo “bien” prueban que la visita de Delcy Rodríguez, pese a la prohibición de la UE, fue pactada desde la cúpula del Gobierno.
Sánchez, detrás del Delcygate
Las investigaciones judiciales confirman lo que durante años el PSOE negó: la orden de contacto con Delcy Rodríguez vino de lo más alto del Ejecutivo.
En diciembre de 2019, Ábalos, como secretario de Organización del PSOE, firmó una carta de invitación oficial a Delcy para visitar España.
Semanas después, Sánchez respondió con un “bien” a los preparativos de la visita, autorizando de facto el acceso de la dirigente chavista, pese a la prohibición de entrada dictada por la Unión Europea por violaciones de derechos humanos.
La implicación de Koldo y Aldama
El escándalo se amplía con el papel de Koldo García y Víctor de Aldama, intermediarios clave en el contacto con Caracas.
- La Fiscalía Anticorrupción señala que Aldama actuaba como “canal de comunicación entre Delcy y Ábalos”.
- En el ordenador de Aldama se halló el borrador de la carta de invitación a Delcy, lo que demuestra que la operación fue planificada desde dentro del PSOE.
- Koldo se encargó de los trámites logísticos habituales de una visita oficial.
El viaje prohibido
El 20 de enero de 2020, Delcy aterrizó en Madrid.
Aunque su entrada estaba vetada por Bruselas, fue recibida en Barajas por Ábalos, Koldo y Aldama, en lo que se conocería como el Delcygate.
La investigación revela que la visita buscaba:
- Abrir vías de negociación con el régimen chavista.
- Facilitar el cobro de deudas millonarias de empresas españolas en Venezuela, como Duro Felguera.
- Blindar los intereses de figuras próximas al PSOE con negocios en Hispanoamérica.
Sánchez, señalado
Los investigadores concluyen que es imposible que una relación oficial con Delcy —avalada por carta, mensajes, viajes y agendas— fuera una decisión aislada de Ábalos o de Koldo.
Todo apunta a una orden directa de Pedro Sánchez, quien con un simple “bien” dio luz verde a un escándalo diplomático que vulneró sanciones europeas y acercó al PSOE al régimen de Nicolás Maduro.
El Delcygate ya no es un caso de Ábalos ni de Koldo: las pruebas sitúan a Pedro Sánchez como el verdadero artífice del acercamiento a Caracas.
Un capítulo oscuro que confirma la connivencia del PSOE con dictaduras latinoamericanas, mientras España paga el precio de la opacidad y la corrupción institucional.
