El Ejecutivo de Pedro Sánchez se niega a publicar la identidad de cientos de cargos eventuales. La opacidad se dispara mientras se venden promesas vacías de regeneración democrática.
El plan anticorrupción de Sánchez: mucha propaganda, cero transparencia
Mientras los casos de corrupción y nepotismo acorralan al Gobierno socialista, Pedro Sánchez ha optado por esconder la identidad de más de 570 personas contratadas a dedo en los ministerios. Así lo revela la investigación del portal Civio, que denuncia que el Ejecutivo se resiste desde hace más de un año y medio a facilitar una lista completa de asesores eventuales.
Los datos oficiales revelan que en 2023 había casi 800 asesores contratados en los distintos ministerios, pero el Gobierno solo ha facilitado 200 nombres. La diferencia —más de 570 personas— representa un escándalo de opacidad institucional sin precedentes en la democracia española.
Ministerios blindados: los feudos del PSOE no dan ni un solo nombre
Civio señala que los ministerios más opacos son, curiosamente, los controlados por el PSOE: Presidencia, Justicia, Interior, Transformación Digital, Función Pública e Industria, entre otros. Ninguno ha facilitado ni un solo nombre, lo que pone en evidencia una estrategia deliberada de ocultación.
Esta falta de transparencia impide conocer vínculos familiares, intereses cruzados y potenciales puertas giratorias. Aunque los asesores eventuales no están sometidos a los controles de los altos cargos, su cercanía al poder político influye de manera directa en decisiones clave del Gobierno.
Puertas giratorias y nepotismo: el Gobierno del «amiguismo»
Entre los pocos nombres conocidos, se hallan numerosos asesores de comunicación, personas procedentes de los partidos del Gobierno, e incluso familiares de políticos. Algunos ejemplos son:
- La hija de Pere Navarro, que fue asesora en Cultura y luego ocupó diversos cargos públicos.
- La cuñada de Alberto Garzón, exministro de Consumo, contratada como eventual y luego recolocada en otro ministerio.
- Koldo García y su exmujer, ambos contratados como asesores eventuales mientras tejían una red de intereses en la sombra.
«Solo conoceríamos los nombres de estas personas si el Gobierno hiciera pública la lista completa de eventuales. Pero Sánchez lo impide», denuncia Civio.
¿Corrupción encubierta? Sin nombres no hay control ciudadano
Sánchez ha presentado recientemente un plan contra la corrupción que, según Civio, ni siquiera menciona la necesidad de hacer pública la identidad de los asesores. Un gesto más de propaganda institucional vacía, mientras se blindan los mecanismos de colocación clientelar.
La investigación de Civio concluye que, entre 2010 y 2023, al menos 2652 personas han sido contratadas como eventuales en los ministerios, sin que exista un control ciudadano o parlamentario real sobre sus funciones, salarios o trayectorias.



