El presidente del Gobierno defiende que las embarcaciones que transportan ayuda cumplen con el derecho internacional y confía en que no sean objeto de hostilidades por parte de Israel. Defensa mantiene al buque Furor fuera de la zona de exclusión.
La flotilla internacional que transporta ayuda humanitaria con destino a Gaza avanza hacia la zona que Israel ha declarado de exclusión marítima, en medio de crecientes tensiones y advertencias de posible interceptación. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este miércoles desde Copenhague que las embarcaciones “no representan un peligro ni una amenaza para Israel” y ha insistido en que cuentan con “toda la protección diplomática” de España. Sánchez confía en que el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu “tampoco suponga una amenaza para la flotilla”.
El jefe del Ejecutivo ha señalado que esta misión humanitaria “no habría sido necesaria si Israel hubiera permitido la entrada de la UNRWA y el reparto de ayuda” en la Franja. El Gobierno insiste en que su “prioridad absoluta y máxima es la seguridad de las personas” que viajan en las embarcaciones.
Desde el Ministerio de Defensa, Margarita Robles ha reiterado que el buque de la Armada española Furor permanecerá fuera de la zona de exclusión, aunque preparado para labores de salvamento en caso necesario. “La flotilla asume un riesgo enorme entrando en esas aguas”, advirtió la ministra, subrayando la necesidad de “poner en la balanza la responsabilidad y la seguridad de las vidas en juego”.
Otros miembros del Ejecutivo también se han pronunciado. Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, acusó al Gobierno de Netanyahu de “saltarse la legalidad internacional” y afirmó que España no pondrá un barco nacional dentro de esas aguas. En la misma línea, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, defendió que la flotilla “cumple con el derecho internacional” y acusó al primer ministro israelí de ser “un criminal de guerra responsable del genocidio contra el pueblo palestino”.
Las posiciones dentro del espacio político progresista se intensifican. Desde Sumar se defiende que las embarcaciones “tienen derecho a la libre navegación” en aguas internacionales, mientras que Podemos exige que el Gobierno proteja activamente la misión y no “pida a la flotilla que abandone”. Por su parte, Vox ha criticado el envío del buque español sin autorización parlamentaria y acusa al Ejecutivo de “utilizar a las víctimas de Gaza con fines políticos”.
Mientras tanto, la flotilla mantiene su rumbo hacia Gaza, en medio de un clima de incertidumbre y riesgo creciente.