Rodrigo Mendoza y el futuro del fútbol español en la Sub-20
El murciano que emergió en LaLiga habla sin filtros
Rodrigo Mendoza, centrocampista del Elche y una de las grandes revelaciones en el inicio de LaLiga, analiza sin rodeos el desempeño de la selección española Sub-20 en el Mundial. A sus 18 años, Mendoza advierte que el verdadero reto viene de corregir las deficiencias defensivas y aprovechar las oportunidades de gol frente a rivales exigentes como Ucrania.
Evaluación dura pero realista de España en el ‘Grupo de la Muerte’
Tras una inesperada derrota ante Marruecos, Madhena revela cómo la falta de cohesión, fruto de la conjunción de tres generaciones y escasez de entrenamientos juntos, ha lastrado al equipo. No oculta la sorpresa ante el nivel mostrado por Marruecos y México, reflejo de la creciente competitividad de selecciones tradicionalmente menos valoradas en el fútbol mundial.
El contraste entre el talento emergente y la gestión deportiva cuestionable
Mientras Mendoza destaca su aprendizaje jugando como pivote, posición que Gallardo le confió en esta concentración, la realidad apunta a un mal manejo del talento joven en España. La ausencia de más entrenamientos y la eliminación casi directa tras una fase de grupos exigente ponen en tela de juicio la preparación y planificación de La RFEF, que debe replantear la gestión si quiere mantener su estatus mundial.La llamada con la Absoluta y el apoyo de Pedri simbolizan el potencial que el país puede perder si no hay un giro estratégico.
¿España a la defensiva en el Mundial Sub-20?
Finalmente, Mendoza destaca la falta de contundencia ofensiva y la necesidad de corregir errores defensivos para avanzar. La amenaza de una generación dividida y mal cohesionada evidencia que el fútbol español necesita más que talento individual; requiere unidad, planificación y firmeza. La selección Sub-20 se la juega no solo en el terreno de juego, sino en demostrar que el sistema puede funcionar frente a la competencia global creciente.
