Aunque el Gobierno ha ampliado hasta 2027 el plazo para la implantación obligatoria de Verifactu, un informe de TeamSystem e Ipsos revela que la mayor parte de los pequeños negocios ya planea tener el sistema listo durante 2026. Sin embargo, solo el 24 % mantiene sus planes iniciales y persisten dudas sobre la claridad de las instrucciones.

Adaptarse a Verifactu sigue siendo prioridad para la mayoría de pymes
La digitalización de la facturación vuelve a centrar la atención de autónomos y pequeñas y medianas empresas. Una encuesta elaborada por TeamSystem junto con Ipsos, basada en 845 entrevistas a autónomos, pymes y asesores, muestra que la mayoría de los negocios espera adaptar sus programas al sistema Verifactu durante 2026, a pesar de la prórroga anunciada por el Ministerio de Hacienda.
El Gobierno decidió recientemente ampliar el plazo de implantación de Verifactu: originalmente fijado para principios de 2026 para sociedades y mediados de ese año para autónomos, ahora se extiende hasta principios o mediados de 2027. La medida busca dar más margen, pero no ha detenido la intención de muchas empresas de completar el cambio antes de esa fecha.
Solo el 24 % mantendrá sus planes originales
Aunque el aplazamiento ofrece un respiro, la encuesta evidencia que solo el 24 % de los encuestados asegura que mantendrá exactamente sus planes iniciales de adaptación al sistema. La mayoría de los negocios sigue adelante con la implantación, aunque con ajustes en los plazos:
- 12 % prevé adaptarse en el primer trimestre de 2026
- 22 % en el segundo trimestre
- 21 % en el tercero
- 16 % en el cuarto trimestre
Por otro lado, un 20 % contempla un aplazamiento significativo dentro de 2026, mientras que un 7 % dice que retrasará la implantación sin fecha definida. El 25 % restante planea aplazarlo, pero solo por un periodo breve.
Medio planificador, medio cauteloso
El informe también recoge que el 50 % de los encuestados considera que el nuevo calendario permitirá una mejor planificación, facilitando la integración de Verifactu en sus sistemas diarios. Este alivio organizativo es bien recibido por negocios con recursos limitados o que no estaban preparados para un cambio tan rápido.
Sin embargo, entre los participantes en la encuesta hay cierta inquietud por la falta de claridad en las instrucciones oficiales. Algunos autónomos temen que, incluso con la prórroga, las lagunas normativas y la falta de guía operativa puedan hacer que a lo largo de 2026 y 2027 el entorno sea similar al actual, sin certeza sobre cómo proceder.
Muchos sin plan antes de la prórroga
Antes de que Hacienda anunciara el aplazamiento, la encuesta mostraba un panorama de preparación más precario:
- 63 % de los encuestados reconocía que no tenía un plan definido para implantar Verifactu.
- 19 % expresaba poca confianza en que el sistema se implementara efectivamente en 2027, anticipando posibles nuevas modificaciones de fechas conforme avanzara el próximo año.
Estos datos reflejan que, a pesar de la intención mayoritaria de adaptar los sistemas de facturación, la incertidumbre normativa y la falta de instrucciones precisas siguen siendo un freno para muchos negocios.
Conclusión: adaptación masiva pero con matices
La prórroga oficial hasta 2027 no ha frenado el impulso de la mayor parte de pymes y autónomos para incorporar Verifactu a sus procesos en 2026. Aunque solo uno de cada cuatro mantiene sus planes iniciales sin alterar, la mayoría ya ha empezado o planea completar la transición durante el próximo año.
La sensación predominante es que el aplazamiento facilita la planificación, pero no sustituye a la necesidad de instrucciones claras y detalladas por parte de la Administración. Las pymes esperan que 2026 sea el año de la consolidación digital, pero con la mirada puesta también en 2027, por si hubiera más ajustes regulatorios por delante.



